Dos nuevos atentados sacudieron hoy a Rusia y dejaron al menos tres muertos y un número no precisado de heridos, una semana después de los ataques contra el subte de Moscú, informaron fuentes policiales.
Los atentados tuvieron lugar en la república rusa de Ingushetia, situada en el Cáucaso Norte donde se encuentran los principales grupos rebeldes.
El primer ataque fue cometido por un atacante suicida que murió al detonar los explosivos frente a la estación de policía de Karabulak, a unos 20 kilómetros de la capital Magas, y causó la muerte de dos agentes y dos heridos.
La segunda explosión, causada por una bomba escondida cerca de una comisaría de la misma ciudad, no causó víctimas.
El atacante suicida de Karabulak apuntaba a provocar una masacre de policías, ya que en el cuartel se encontraban unos 50 agentes que se estaban preparando para efectuar una serie de controles, informó la agencia de noticias Itar-Tass citando al centro de prensa del Ministerio del Interior ruso.
El segundo atacante fue detenido en la entrada por los policías. Conocedores de la técnica de la guerrilla, los investigadores aislaron la zona y no se acercaron a los autos estacionados frente al edificio, uno de los cuales estalló poco después hiriendo sólo levemente a un empleado de la fiscalía local.
El lunes pasado un doble atentado en el metro de Moscú causó al menos 40 muertos y decenas de heridos, mientras que dos días después fue cometido un doble ataque en Kizlyar (Daguestán), donde murieron 12 personas.
Las explosiones de hoy en Ingusetia pueden estar vinculadas a esos atentados, según una fuente de la policía citada por la agencia Interfax y reproducida también por la agencia italiana Ansa.
Sin embargo, hay algunas diferencias en los ataques: el atentado en el metro de Moscú iba dirigido contra civiles, mientras los de Kizlyar en Daguestán y el de Karabulak en Ingusetia tienen como objetivo a la policía.
Los investigadores determinaron que el explosivo de la primera explosión en Karabulak tenía una potencia equivalente a tres kilos de TNT, mientras la segunda tuvo una fuerza de 50 kilos de TNT, oculto en un auto que había sido robado en Donetsk (Ucrania).
Hoy, además, fueron descubiertos y se hicieron estallar dos bombas rudimentarias en el cementerio ortodoxo del pueblo de Ordzhonikidzevskaia, en el distrito de Sunzhin, en Ingusetia, se informó oficialmente.
Ingusetia es, junto con Daguestán, la región más turbulenta del Cáucaso. Es fronterizo con Chechenia, con quien tiene estrechos vínculos históricos, culturales y lingüísticos.
Fuente: Télam