La homosexualidad sigue siendo ilegal en muchos países africanos, que la reprimen en muchos casos alentados por los sectores más conservadores del cristianismo y el islam.
En un documento, manifestaron su oposición a la recomendación del Papa Francisco para implementar bendiciones pastorales a personas del mismo sexo.
La homosexualidad sigue siendo ilegal en muchos países africanos, que la reprimen en muchos casos alentados por los sectores más conservadores del cristianismo y el islam.
Ante el contexto cultural de ese continente, los obispos católicos africanos difundieron este jueves un documento en el que manifestaron su oposición a las bendiciones pastorales a personas del mismo sexo.
El rechazo partió del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (Secam) y se debe a la reciente aprobación por parte del Vaticano de bendiciones a parejas del mismo sexo.
El documento del Secam, titulado “Ninguna bendición a las parejas homosexuales en las iglesias africanas”, considera que es "inapropiado".
“El mensaje que les transmito hoy recibió el acuerdo de Su Santidad el papa Francisco y de su eminencia el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe”, comienza el texto que lleva la firma del cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, república Democrática del Congo y presidente de todos los obispos africanos.
El rechazo a esa iniciativa, principalmente en países africanos, llevó al Vaticano a aclarar que no suponía ningún cambio de doctrina y a destacar la necesidad de mantener la "prudencia" en algunos países.
"La doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio cristiano y la sexualidad permanece sin cambios", destacó este jueves el Secam, en un comunicado emitido en Accra, la capital de Ghana.
El documento agrega que "por esta razón, nosotros, los obispos africanos, consideramos inapropiado bendecir uniones homosexuales o parejas del mismo sexo en África porque, en nuestro contexto, esto causaría confusión y estaría en contradicción directa con el ethos cultural de las comunidades africanas".
Desde su elección en 2013, Francisco, de 87 años, trató de abrir las puertas de la Iglesia a todos los fieles, incluida la comunidad LGTBQ, sin vencer las resistencias de los católicos más conservadores.
El mes pasado, la Santa Sede autorizó la bendición de parejas "irregulares" a ojos de la Iglesia, incluidas las de divorciados y las de personas del mismo sexo, siempre que esa bendición se llevara a cabo fuera de los rituales litúrgicos.
Se trató de un histórico documento, aprobado por el papa Francisco, en el que considera que tales bendiciones no legitimarían situaciones irregulares, sino que serían una señal de que Dios acoge a todos.
El documento de ocho páginas del lunes, cuyo subtítulo es "Sobre el significado pastoral de las bendiciones", explica situaciones concretas. Una sección se titula "Bendiciones de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo".
Francisco había insinuado ya en la Asamblea Sinodal de octubre que se estaba preparando un cambio oficial en respuesta a preguntas formuladas por cinco cardenales conservadores al comienzo de un sínodo de obispos en el Vaticano.
Según se aclaró en la Santa Sede, los sacerdotes deben decidir caso por caso y "no deben impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a las personas en cualquier situación en la que puedan buscar la ayuda de Dios a través de una simple bendición".