Al menos once personas murieron y siete están desaparecidas en Filipinas tras el paso de la tormenta tropical Kompasu, el segundo tifón que amenaza el territorio chino en menos de una semana y que estiman llegará esta noche a Hong Kong acompañado de "fuertes lluvias y vientos intensos".
El paso del tifón en el país del sur de Asia "provocó inundaciones y desprendimientos de tierra", según precisó la agencia de noticias AFP.
"Fuertes lluvias cayeron el lunes en diferentes partes de Luzón, la isla más poblada del archipiélago, antes de que la tormenta tropical Kompasu, se dirigiera al Mar de China Meridional", indicaron.
En tanto, la agencia nacional de gestión de desastres informó que seis personas murieron y dos están desaparecidas en la provincia montañosa de Benguet y una tercera se ahogó en la provincia costera de Cagayán.
Asimismo, se notificó que cuatro personas perecieron en inundaciones repentinas en dos pueblos de la isla occidental de Palawan, en el oeste del archipiélago, mientras que cinco personas siguen desaparecidas.
Por otra parte, los guardacostas que participaron en las operaciones de rescate descubrieron tres cadáveres en la provincia norteña de Ilocos Sur, pero la agencia de gestión de catástrofes no pudo confirmar si las muertes estaban relacionadas con la tormenta.
A las 17 horas de Hong Kong (6 de Argentina), la tormenta tropical Kompasu, cuyo nombre viene de la palabra "compás" en japonés, se situaba a 480 kilómetros al sur de la ciudad, con vientos de hasta 110 km/h.
Desde el observatorio de Hong Kong se emitió un alerta de tormenta T8, la tercera categoría más alta, a primera hora de la mañana, aunque no había lluvia.
Ese alerta obligó a suspender los servicios de transporte en barco y varias rutas de autobuses quedaron interrumpidas, pero el metro continuó funcionando.
Asimismo, las escuelas y algunas oficinas públicas y privadas habían cerrado horas antes de manera preventiva.
Esta nueva tormenta llega luego de que el sábado se emitió otra alerta T8 por la llegada de la tormenta tropical Lionrock, que descargó lluvias torrenciales y fuertes vientos en la ciudad.
Aunque el eje de esa tormenta se mantuvo a cientos de kilómetros al sur de Hong Kong, el alerta se sostuvo por 22 horas, convirtiéndose en el más prolongado desde 1978.
Como consecuencia de las fuertes precipitaciones una mujer murió por el colapso de un andamio de bambú que rodeaba una torre residencial de Hong Kong a causa de los fuertes vientos el fin de semana.