Un informe difundido por la ONU alertó que las armas de alto calibre están llegando ilegalmente a Haití en cantidades cada vez mayores.
Pistolas y ametralladoras pesadas "se importan clandestinamente, en un contexto de deterioro rápido y sin precedentes de la seguridad".
Un informe difundido por la ONU alertó que las armas de alto calibre están llegando ilegalmente a Haití en cantidades cada vez mayores.
El organismo precisó que pistolas y, en ocasiones, ametralladoras pesadas "se importan clandestinamente, en un contexto de deterioro rápido y sin precedentes de la seguridad".
Haití, el país más pobre de América, está sumido desde hace años en una profunda crisis económica, de seguridad y política, y el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021 agravó la situación.
El número de homicidios registrados pasó de 1.141 en 2019 a 2.183 en 2022 y el de secuestros de 78 a 1.359, ya que las bandas criminales controlan más de la mitad del territorio nacional, según el estudio que "lamenta el efecto del tráfico de armas en las múltiples crisis haitianas".
El organismo de las Naciones Unidas realizó 45 entrevistas con responsables políticos, organismos de desarrollo, expertos y miembros de la sociedad civil para realizar su trabajo.
La evaluación debe ayudar a conceder "un apoyo al pueblo haitiano", indicó en un comunicado Angela Me, responsable del servicio de análisis de la Onudd, una agencia con sede en Viena.
La mayoría de las armas proceden de Estados Unidos y pasan primero por Florida, donde miembros de la diáspora haitiana "se encargan a menudo de ocultarlas en contenedores de artículos de importación usuales".
Las armas de mano, vendidas a menos de 500 dólares legalmente en Estados Unidos, se pueden comprar por hasta 10.000 dólares en Haití.
Las bandas criminales prefieren los fusiles AK47, los AR15 y los fusiles de asalto Galil.
Las fronteras porosas, la falta de recursos de las aduanas y de los guardacostas -que sólo disponen de un buque en condiciones de funcionar-, la corrupción y la intimidación son los principales obstáculos a un freno de esta tendencia.
"Las inversiones en la policía comunitaria, la reforma de la justicia penal y la lucha contra la corrupción son esenciales" para restablecer una seguridad sostenible, concluyó el informe.