Miércoles 24.2.2021
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó al presidente estadounidense, Joe Biden, que cuando cumpla con su iniciativa de cerrar el centro de detención de Guantánamo penalice los abusos, violaciones de derechos humanos y malos tratos a los que fueron sometidos los cuarenta detenidos que aún permanecen allí en ilegítimo encierro.
En un comunicado, los expertos de la ONU celebraron la decisión de Biden de planear el cierre de las instalaciones antes del fin de su mandato y reiteraron su reclamo a terminar con "la impunidad", en el marco de la llamada "Guerra contra el terror".
"A medida que se acerca el vigésimo aniversario del 11S, hacemos un llamamiento a la transparencia y la revisión de las operaciones y la legalidad de la prisión", señalaron poco después del anuncio de Biden de evaluar cómo cerrar Guantánamo, una promesa incumplida por su antecesor demócrata, Barack Obama, quien cedió ante diversas presiones.
El 11 de septiembre de 2001 se produjeron los ataques a las Torres Gemelas en pleno corazón de Nueva York que dejaron 2.996 muertos, incluidos los 19 responsables, lo que dio origen a la creación de Guantánamo, prisión de máxima seguridad ubicada en el enclave estadounidense en territorio cubano.
Agregaron que muchos de los detenidos se encuentran en una situación vulnerable y son ahora ancianos cuya integridad física y mental "se ha visto comprometida por la privación de libertad y el sometimiento a torturas y tratos inhumanos".
Oscuro capítulo de la historia
"Recordamos la necesidad de repudiar estas políticas y prácticas recurrentes que violan claramente el Derecho Internacional", remarcaron. También consideraron que es esencial que aquellos que han sido víctimas de "desapariciones, detenciones arbitrarias y torturas" tengan una "reparación adecuada".
"Muchos de los individuos que han sido retenidos en Guantánamo han vivido una experiencia kafkiana, donde las leyes no importaban y se hacía un uso coercitivo y brutal de poder", lamentaron. Y, en tal sentido, recalcaron la importancia de redistribuir a los presos que quedan en las instalaciones y sostuvieron que "las democracias pueden hacerlo mejor".
"Estados Unidos debe claramente cerrar este oscuro capítulo de su historia y demostrar que está preparado no solo para cerrar la prisión sino para garantizar que estas prácticas no vuelven a llevarse a cabo ni quedan sin castigo alguno", concluyeron.
Durante su mandato, Obama pretendía trasladar a algunos presos a territorio estadounidense, pero el Congreso, dominado por republicanos, le impidió disponer de los fondos necesarios para ello y estableció que, antes de liberar a un recluso, el gobierno debe notificárselo a las comisiones parlamentarias.