Miércoles 25.5.2022
/Última actualización 11:56
El Consejo de Seguridad de la ONU instó a los talibanes a "revocar rápidamente las políticas y prácticas que restringen actualmente los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las jóvenes afganas", en una declaración adoptada por unanimidad.
Los quince miembros del Consejo se declaran "profundamente preocupados por la erosión creciente del respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales de las mujeres y las jóvenes en Afganistán por los talibanes".
En este texto presentado por Noruega y negociado desde hace casi dos semanas, citan la "imposición de restricciones que limitan el acceso a la educación, al empleo, a la libertad de movimiento y a la participación plena, igual y significativa de las mujeres en la vida pública".
En particular, el Consejo de Seguridad reclama al poder talibán que reabra inmediatamente los colegios a todas las alumnas y manifiesta su "profunda preocupación" por la imposición a las mujeres de cubrirse el rostro en espacios públicos y emisiones televisivas. Según diplomáticos, la negociación de la declaración fue difícil ya que China y Rusia se oponían a que el texto se centrara en los derechos humanos.
Como resultado, también se manifiesta una "profunda preocupación" por la "situación inestable" en Afganistán en los campos humanitario, político, económico, social y de seguridad. Asimismo, se menciona el tráfico de drogas, los continuos ataques terroristas contra civiles y la necesidad de restaurar los sistemas financiero y bancario del país.
Desde que volvieron al poder en agosto pasado, los talibanes impusieron una serie de restricciones a la sociedad civil, muchas de las cuales tienen por objeto limitar los derechos de las mujeres en particular en los ámbitos laborales y académicos.
El burka, opción "más adecuada"
A principios de mayo, el líder supremo talibán, Hibatullah Akhundzada, decretó que las mujeres debían cubrir por completo su cuerpo y rostro en público, y consideró al burka -que solo tiene una mirilla a la altura de los ojos- como la opción más adecuada, al tiempo que instó a las afganas a "mejor" quedarse en sus casas. Antes, solo era suficiente que un paño cubriera el cabello.
Esta disposición establece también que las mujeres que trabajan en el gobierno serán despedidas si no cumplen con el nuevo código de vestimenta y que los empleados corren el riesgo de ser suspendidos si sus esposas o hijas no lo hacen. A esto se suma la disposición anunciada el sábado por los talibanes, mediante la cual las periodistas afganas debían taparse el rostro cada vez que apareciesen en televisión.
Esta interpretación radical de la ley islámica fue condenada por la ONU, numerosos países occidentales y activistas, como la exparlamentaria afgana y ahora exiliada Naheed Farid, quien la tildó en las redes como un "símbolo del apartheid de género".
La imposición del velo integral es el summum de una serie de restricciones contra la libertad femenina impuestas gradualmente por los talibanes, pese a sus promesas iniciales de respetar los derechos de las mujeres y no volver a la brutal represión de su primer gobierno (1996-2001). A mediados de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que renueva por un año la misión política de la organización en Afganistán.
Solicitan que Rusia ponga fin a los ataques a hospitales en Ucrania
Un grupo de países exigió al Kremlin que "ponga fin de inmediato a todos los ataques contra hospitales y otras instituciones sanitarias" en Ucrania, al presentar un proyecto de resolución en la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), órgano supremo de la entidad multilateral, calificada de "excesivamente politizada" por Rusia, que elevó su propio documento.
El texto pide que Moscú "ponga fin de inmediato a todos los ataques contra hospitales y otras instituciones sanitarias", así como que se respete el estatus del personal médico y humanitario.
Titulado "Emergencia sanitaria en Ucrania y sus alrededores, así como en los países que reciben y alojan a refugiados", la resolución condena los ataques contra los civiles y las instalaciones sanitarias, los bombardeos indiscriminados y el despliegue de equipamiento militar en zonas pobladas, así como el uso de civiles como escudos humanos.
La representación de Rusia ante los organismos internacionales acreditados en Ginebra, donde está la sede de la OMS, calificó de "excesivamente politizado" el proyecto de resolución, que tiene un "claro carácter antirruso" y contiene "acusaciones falsas e infundadas" contra Moscú, así como llamados a acciones que no beneficiarán a la población civil de Ucrania, según consideró la delegación diplomática.
Los delegados rusos plantearon su propio documento alternativo, preparado conjuntamente con Siria, en el que también se subraya la necesidad de proteger al personal médico y humanitario, los hospitales y otros centros sanitarios. Además, pide la participación del personal de la OMS y otras organizaciones internacionales y humanitarias en la ayuda a los ciudadanos y el suministro de medicamentos e insumos médicos necesarios.
"Con el fin de movilizar los recursos de la OMS y sus Estados miembro para crear las condiciones y aplicar las medidas necesarias para proteger la salud y la vida de todos los ciudadanos de Ucrania, proponemos un proyecto de resolución elaborado en un lenguaje neutro y equilibrado, desarrollado en el marco del mandato de la organización", informó la misión permanente rusa en Ginebra.