"Los hechos son muy graves, presentaremos las denuncias ante la Comisión de Acusaciones (de la Cámara de Representantes) y ante la CPI por la masacre de nuestros niños", escribió López en la red social Twitter.
"Los hechos son muy graves, presentaremos las denuncias ante la Comisión de Acusaciones (de la Cámara de Representantes) y ante la CPI por la masacre de nuestros niños", escribió López en la red social Twitter.
Ocho menores murieron a fines de agosto pasado en un bombardeo en el departamento sureño de Caquetá, donde presuntamente murieron 14 disidentes de las FARC, entre ellos el líder identificado con el alias Gildardo Cucho.
El caso fue revelado el pasado martes por el senador opositor Roy Barreras, quien presentó una moción de censura contra el entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero.
La gravedad de las irregularidades en operaciones militares denunciadas por Barreras reavivó el fantasma de los "falsos positivos" -el asesinato de civiles presentados como bajas en combate- y desembocó el miércoles en la renuncia de Botero.
Pese a la dimisión del titular de Defensa, López manifestó su intención de seguir adelante con la moción de censura, que se iba a votar el miércoles próximo.
Por su parte, el nuevo ministro de Defensa, general Luis Navarro, aseguró que aún no había sido informado "de manera oficial" sobre el operativo en Caquetá, a la vez que insistió en que las fuerzas armadas desconocían que hubiera menores en el lugar.
"Los que los colocaron en estado de indefensión (a los menores) fueron los grupos ilegales, los bandidos manejan organizaciones que en su estructura llevan menores, los reclutan y les enseñan técnicas terroristas", señaló en una entrevista con la radio RCN.
Consultado sobre si la institución armada pedirá perdón por estas muertes, Navarro respondió que "es un tema de alta sensibilidad y complejidad".
"Si dentro del proceso la Fiscalía encuentra que hubo irregularidades en los protocolos, participaremos en un proceso de reparación, pero estamos convencidos de que actuamos de la mejor manera", sentenció.
Colombia sufre una ola de violencia desde la firma en 2016 del acuerdo de paz con las FARC debido, principalmente, a la pugna entre grupos rivales por apoderarse de los negocios de la antigua guerrilla, tales como el narcotráfico, la extorsión o la minería ilegal.
Con información de Télam.