La oposición rusa, exiliada debido a la represión y debilitada por los conflictos internos, organizó este domingo en Berlín su primera gran manifestación en el extranjero contra la invasión de Ucrania y contra el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin. La manifestación en la capital alemana, donde residen numerosos exiliados y opositores rusos, empezó a las dos de la tarde en el centro de la ciudad y tenía previsto terminar delante de la embajada rusa. "La marcha busca unir a todos los que se oponen a la guerra agresiva de Vladimir Putin en Ucrania y a las represiones políticas en Rusia", indicaron los organizadores en un comunicado.
La manifestación, bajo lemas como "¡Basta Putin!" y "No a la guerra", fue convocada por tres figuras destacadas de la oposición al Kremlin: Yulia Navalnaya -la viuda de Alexei Navalny que retomó las riendas del movimiento tras la muerte del carismático líder opositor-, Ilia Yashin -ex diputado municipal moscovita recientemente liberado de la cárcel- y Vladimir Kará-Murzá, un crítico del gobierno ruso que sobrevivió a la prisión y a dos intentos de envenenamiento.
La protesta exigirá "la retirada inmediata" de las tropas rusas en Ucrania, la destitución de Putin y su juicio como "criminal de guerra", y la liberación de todos los presos políticos detenidos en Rusia. En estos últimos años, el poder ruso ha erradicado metódicamente cualquier movimiento de oposición, llevando a cientos, o más bien miles, de personas a la cárcel.
La lucha es contra un mismo enemigo
Esta manifestación en Berlín será vista como un test para ver el poder de convocatoria de los líderes opositores. Las últimas grandes congregaciones de partidarios de la oposición en Rusia reunieron espontáneamente a varios miles de personas, pese al peligro, en los funerales de Navalny en marzo de 2024, y al principio de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022. Entonces salieron también a las calles en Berlín más de cien mil personas.
En forma paralela, la denominada asociación Vitsche, formada por activistas ucranianos en Alemania, expresó el sábado su "profundo recelo" sobre la manifestación, "tanto por el posicionamiento poco claro de los organizadores como por la orientación fundamental de este evento". "Desde 2014, la sociedad ucraniana espera protestas contra la guerra y activistas de la oposición que tomen la iniciativa en la lucha contra Putin. Pero ahora, en 2024, esto ya no es suficiente, porque no impide que los soldados rusos sigan matando ucranianos ni que la población civil rusa siga apoyando a la industria de defensa", dijo Irina Domnenko, referente ucraniana en Alemania. "Es necesario que que algo quede claro", acotó la vocera, porque "la lucha es contra un mismo enemigo, Putin...y con un solo objetivo, que se terminen las muertes".
Por otra parte, el canciller alemán Olaf Scholz remarcó que la posición de Putin sobre la guerra en Ucrania "no ha cambiado", al defender su criticada decisión de llamar el viernes al Kremlin. No sería bueno, afirmó Scholz, "que el presidente estadounidense esté hablando con Putin y ningún líder europeo lo haga". "La conversación fue muy detallada y contribuyó a reconocer que poco ha cambiado en la opinión del presidente ruso sobre la guerra,... y eso no es una buena noticia", redondeó el alto funcionario alemán a los periodistas desde el aeropuerto de Berlín, justo antes de partir hacia la cumbre del G20 en Brasil.
Rusia lanza ataque masivo contra Ucrania con 120 misiles
Rusia lanzó durante la noche del sábado y la mañana del domingo un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania con el lanzamiento de más de doscientos proyectiles, entre misiles y drones, informó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. "Un ataque masivo combinado en todas las regiones de Ucrania. Durante la noche y la mañana, los terroristas rusos utilizaron drones de varios tipos, en particular 'shaheds'. Misiles de crucero, balísticos y aéreos: 'Zircon', 'Iskander', 'Kinzhal'. En total, unos 120 misiles y 90 drones. Nuestras fuerzas de defensa antiaérea destruyeron más de 140 objetivos aéreos", precisó Zelenski en un mensaje en Telegram. Admitió que hay cortes de energía en algunas zonas, pero dijo que se está trabajando para eliminar las consecuencias del ataque.
El operador energético ucraniano, DTEK, reportó el domingo "cortes de electricidad de urgencia en Kiev, en la región de Donetsk, en la región de Dnipropetrovsk". Poco antes, el ministro de Energía, German Galushchenko, anunció que Rusia estaba llevando a cabo un ataque masivo contra el sistema eléctrico ucraniano. Las fuerzas rusas están "atacando las instalaciones de generación y transmisión de electricidad en toda Ucrania", declaró el ministro. El jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Sibiga, calificó los bombardeos como "uno de los mayores ataques" efectuados por Moscú, a pesar de que se vienen repitiendo intermitentemente, el último hace apenas dos días contra Odesa.
En Mikoláyiv, un ataque con drones dejó dos personas muertas y otras seis heridas, entre ellas dos niños, informó Zelenski, y expresó sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas. El presidente ucraniano agradeció a todas las fuerzas de defensa antiaérea que participaron en el rechazo de este ataque: tropas de misiles antiaéreos, aviación -pilotos de F-16, Sujói y MiG-, grupos de fuego móviles y unidades de guerra electrónica. "Todos trabajaron de forma organizada. ¡Gracias por vuestra fiable protección!", escribió.
Ucrania también ha golpeado a Rusia: una persona resultó herida en un ataque con dron ucraniano contra una fábrica local en la ciudad de Izhevsk, al pie de los Urales, informó el dirigente local, Aleksandr Brechalov. Agregó que en la planta fueron "dañados los cristales", pero "no hubo daños graves". Izhevsk, donde se encuentran varias fábricas de armas, está a unos 1.600 kilómetros de distancia de la frontera con Ucrania.