Desde Bruselas
El corresponsal de este medio estuvo en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas y entrevistó a funcionarios de primer nivel sobre el rol de ese organismo multilateral en el mundo, pero especialmente en nuestra región, por la guerra de Malvinas y los recursos naturales en nuestro suelo continental.
Desde Bruselas
Carmen Romero es la subsecretaria general adjunta de la OTAN. Es, también, la española con mayor jerarquía dentro del organismo. Quizá su cercanía personal con Argentina y el uso del mismo idioma hizo que la charla pueda ser larga, tendida y con la posibilidad de indagar sobre todos los temas que ocupan la agenda de aquellos analistas e interesados en la geopolítica actual o precisamente sobre el rol de la OTAN en esa realidad.
Al nombrar a la OTAN, a muchos argentinos se les hace imposible no vincularla con la guerra de Malvinas y a la memoria de nuestros héroes. También con el rol preponderante que tienen en la defensa territorial de Ucrania frente a la invasión militar rusa y las ofertas que tiene para quienes se suman como socios o aliados, de cara a un mundo que cada vez parece requerir mayor desarrollo militar. Entre otros temas, un repaso por la entrevista exclusiva a la que accedió El Litoral en el cuartel general de la OTAN, que se ubica en Bélgica.
-¿Cómo le explicás a un vecino común lo que es la OTAN?
-Que te puedes ir a dormir tranquilo, porque ahí está la OTAN para protegerte. Sobre todo para evitar que, por ejemplo, el estilo de vida que ha saltado por los aires a los ucranianos, no nos pase a los ciudadanos que vivimos dentro de la OTAN. Si tú no tienes seguridad, no tienes prosperidad económica, no puedes ir al colegio, no puedes tener una educación, no tienes sanidad. Entonces, digamos que lo que el nuevo entorno de seguridad nos demuestra es que no podemos ya tomar nuestra seguridad por sentado. La OTAN es tremendamente política, muy política. Y efectivamente se identifica como una organización ofensiva, aunque en realidad es una organización defensiva. Yo por eso hablo de la paz. Porque digamos que si hay algo que ha logrado la OTAN en 75 años, que va a cumplir en abril del año que viene, es mantener la paz. Y para eso trabajamos, para seguir manteniendo la paz.
-¿Y cómo lo logras?
-Con disuasión. Tú tienes que estar preparado militarmente para decirle a cualquier adversario potencial, “no te metas con nosotros”.
-¿Cómo podríamos definir actualmente la situación de la OTAN en medio de un mundo con tantas crisis armadas?
-Pues el papel de la OTAN yo lo veo como más relevante que nunca, en el sentido de que la OTAN desempeña un papel muy importante para nuestra seguridad colectiva, que se ha visto, digamos, amenazada con la guerra que ha lanzado Rusia contra Ucrania, y tanto para nuestra seguridad colectiva como para nuestro trabajo con países socios, dado que el trabajo que hacemos con nuestros países socios contribuye a que ellos puedan ser y tengan más estabilidad y al mismo tiempo trabajamos estrechamente con ellos para defender el sistema internacional de normas, que el derecho internacional, que como vemos, por parte de Rusia está siendo vapuleado.
-En medio de ese contexto, muchos dicen que la capacidad de reacción militar específicamente de la OTAN está comprometida.
-Totalmente en desacuerdo con esta afirmación, lo que ha demostrado la OTAN es que, bueno, está preparada para hacer frente a cualquier amenaza de seguridad. Digamos que la OTAN sigue siendo una organización muy fuerte, cuando casi nos acercamos a su 75 aniversario, porque conforme los desafíos de la seguridad, nuestra seguridad, en nuestro entorno de seguridad han ido evolucionando, han ido cambiando, la OTAN se ha ido adaptando a los nuevos desafíos para proteger a nuestros ciudadanos y, de hecho, una cosa que quiero resaltarte es que la OTAN es una organización defensiva, no es una organización ofensiva, es una organización no militar, dado que me haces una pregunta militar, sino que es una organización político-militar, lo que hace que la OTAN sea una organización tan influyente en el campo de seguridad es que es la única organización multilateral en la que Europa y Norteamérica se sientan todos los días en torno a una misma mesa para discutir cuestiones políticas que tienen una implicación y un impacto sobre la seguridad y la OTAN, como decía, ha ido adaptándose para hacer frente a los desafíos de hoy, a los de mañana y sigue procurando y procura un paraguas de seguridad a los más de mil millones de personas que viven en los países miembros.
-¿Hay lugar para pensar en el medio ambiente?
-Es súper importante. Esta es una organización en la que también es un foro político en el que se discute qué tienen que hacer nuestras Fuerzas Armadas para tener en cuenta, primero, para reducir el impacto negativo en el cambio climático. Al mismo tiempo, nuestras Fuerzas Militares se tienen que adaptar, pero también los nuevos conflictos van a ser diferentes por el cambio climático. América Latina también tiene esta cuestión, digamos que nos une, y es el impacto para nuestra seguridad del cambio climático.
-¿Cómo impacta la acción rusa?
-La arquitectura de seguridad que construimos conjuntamente con Rusia durante tres décadas al final de la Guerra Fría, tuvimos con Rusia una sociedad de partenariado que no habíamos tenido con ningún otro país, Rusia era el socio más avanzado con la OTAN y teníamos, durante tres épocas, tuvimos un diálogo político muy extenso, muy franco, muy complicado, pero ese diálogo político nos permitía tener una cooperación práctica muy robusta, es decir, que la OTAN se puede ver como una organización muy antirrusa, pero la OTAN ha sido una organización que ha invertido tres décadas en trabajar estrechamente con Rusia. Es cierto que la OTAN se creó para disuadir a la Unión Soviética y digamos que uno de los tantos que también se marcó la OTAN es que consiguió poner fin a la Guerra Fría sin que se tuviera que disparar ni un solo disparo, ¿no? Entonces, y luego, digamos que tuvimos tres décadas en las que vivimos de los dividendos de paz, de un periodo de predictibilidad con Rusia, y desgraciadamente ha sido Rusia la que ha vapuleado ese sistema de normas internacionales que construimos en la OSCE y ahora se ha convertido en la amenaza más directa y más significativa para esta organización. Precisamente, en el 2014, cuando se produjo la anexión ilegítima e ilegal de Crimea, lo que hizo la OTAN fue romper la cooperación práctica, que era muy, muy activa. De hecho, estábamos a punto de lanzar una operación conjunta con Rusia. Tú imagínate cómo cambia el entorno de seguridad. O sea, estábamos a punto de lanzar una operación conjunta con Rusia para transportar marítimamente por barco armas químicas de Siria para destruirlas en una plataforma marítima.
-¿Dónde ha quedado Ucrania en medio de todo esto?
-Ucrania se ha convertido en uno de los socios con los que tenemos una relación de partenariado más estrecha. La OTAN y los países miembros de la OTAN llevan trabajando durante muchas décadas con Ucrania. De hecho, cuando se ve en el territorio, en el terreno de batalla, cómo están, lo bien que están preparadas las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas ucranianas, ahí también se ve los muchos años y décadas en los que países de la OTAN han trabajado estrechamente con las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas ucranianas. La OTAN, en sus cumbres más recientes, en la de Madrid, en el 2022, el año pasado en Lituania, acordamos un paquete muy amplio de reformas para apoyar a Ucrania en sus reformas, en su proceso de acercamiento hacia la OTAN. La OTAN no puede importar un país que está en guerra. Es decir, que una de las condiciones puestas en el Tratado de Washington es que cuando un país entra en esta organización tiene que importar y exportar seguridad. Por lo tanto, aquí la prioridad en estos momentos es ayudar a Ucrania con un diálogo político intenso. La OTAN como tal no procura material militar a Ucrania, porque la OTAN no tiene armamento, son los países miembros y aquí la OTAN y la Unión Europea tienen un papel complementario. La OTAN tiene dos papeles, uno es de diálogo político y otro es de relación práctica. Eso sí, la OTAN sí que es una plataforma para llamar a nuestros países a seguir apoyando a Ucrania.
-¿Y por qué es importante la seguridad de Ucrania?
-Es importante porque la seguridad de Ucrania está vinculada a nuestra propia seguridad. Lo que está aquí en juego es nuestra propia seguridad. Es decir, que hay un país que ha sido invadido y hay un país que ha invadido y aquí hay una diferencia. Y si, por ejemplo, Zelensky depone las armas y deja de combatir, Ucrania dejaría de existir y sería absorbida por Rusia. En cambio, si Putin deja de combatir, la guerra se acaba en ese momento. También están en juego nuestros valores. Si Putin se sale con la suya, puede mandar un mensaje a regímenes autocráticos de que pueden utilizar la fuerza para cambiar las fronteras de países independientes y soberanos.
-¿Cuál es la mirada en medio de tantos conflictos en el mundo?
-La proyección que hace la OTAN actualmente es que vivimos en un espacio de seguridad mucho más complejo, mucho más peligroso, con mucha menos predictibilidad. Cuando hablaba de la relación que teníamos con Rusia, esa relación y la arquitectura de seguridad que habíamos construido juntos nos daba mucha más predictibilidad. Ahora, esa predictibilidad no está ahí. Es un espacio mucho más complejo. Tenemos competencia estratégica, tenemos un avance tecnológico que va muy rápido. Durante décadas la OTAN estaba por delante tecnológicamente. Ahora vemos que tenemos que desarrollar nuestra tecnología, que no podemos dejarla aparcada. Vemos que, por ejemplo, hay países como China que están desarrollando, por ejemplo, armas atómicas y que países como China no se someten a ningún control de armamento, mientras que la OTAN, por ejemplo, cree seriamente en el control de armamento en el desarme. De hecho, como sabes, Estados Unidos y Rusia durante muchísimas décadas han trabajado conjuntamente para tener un sistema previsible de control de armamento. Esta proliferación hace que haya una competencia estratégica. Tenemos unas amenazas híbridas que son impredecibles, porque el uso que se está explotando en la tecnología para confundir a los ciudadanos, pese a que la desinformación siempre ha existido, ahora tenemos un espacio informativo saturado, hasta un punto de que para nuestros ciudadanos es muy difícil entender lo que es verdad y lo que es mentira. Por lo tanto, ahí se trata de trabajar conjuntamente. El avance tecnológico y sobre todo la nueva panoplia de amenazas híbridas cibernéticas es lo que hace que se entiendan más difícilmente nuestras amenazas. Por ejemplo, es por ello que la información de inteligencia es tan importante, porque nos permite entender mejor qué es lo que está pasando. Lo vimos en el caso de Crimea, cuando la falta de inteligencia al principio nos hizo muy difícil entender lo que estaban haciendo los rusos. También quería comentarte algo que hicimos conjuntamente con Estados Unidos antes de que los rusos entraran e invadieran Ucrania. Lo que hicimos fue empezar a desclasificar inteligencia para mostrar a nuestras opiniones públicas lo que Putin estaba preparando. Mientras Putin decía públicamente que no teníamos ninguna intención de invadir Ucrania, nosotros estábamos mostrando con información de inteligencia, con imágenes de satélites, la concentración militar que Putin estaba llevando a cabo a lo largo de la frontera con Ucrania. Es muy importante. Por eso la OTAN tiene una política de comunicación de mucha transparencia. Es importante que la opinión pública sepa lo que está ocurriendo. Por ejemplo, el hecho de que nosotros mostráramos al mundo públicamente lo que Putin estaba preparando nos permitió, y ahí también te demuestra el papel político de la OTAN, porque el que la OTAN hiciera eso nos permitió estar políticamente unidos inmediatamente. Tan pronto como el presidente Putin lanzó su agresión a gran escala contra Ucrania, la OTAN estaba preparada para tomar decisiones sin precedentes en cuestión de horas. ¿Por qué? Porque los líderes políticos de los países miembros vieron lo que se estaba cociendo.
-Como hace 30 años, ¿es este el punto de mayor inflexión o de mayor tensión nuevamente entre un mundo que se está intentando dirimir entre autoritarismo y democracia? ¿Identifica enemigos concretos la OTAN o en base a qué trabaja?
-La OTAN, tenemos un concepto estratégico que te lo podemos dar, que fue aprobado en la cumbre de Madrid y este concepto estratégico define dos amenazas claras para la alianza. La primera Rusia, es decir, que Rusia ha pasado de ser el socio estratégico y ahora se habla de Rusia como la amenaza más significativa y cercana a la OTAN y luego la segunda es el terrorismo. Entonces digamos que estamos en un momento en el que tenemos que defender con todos nuestros socios la importancia del sistema basado en normas, el derecho internacional, tenemos que defender nuestro estilo de vida, nuestros valores, es un periodo en el que realmente hay que estar más preparados que nunca para disuadir. La OTAN está trabajando en un reforzamiento de su seguridad colectiva como no lo ha hecho desde el final de la Guerra Fría. La tercera gran tarea de la OTAN, es la seguridad cooperativa, es trabajar con nuestros socios en la defensa de nuestro estilo de vida, y es, por ejemplo, lo que estamos haciendo con los países del Indo-Pacífico, son países que comparten nuestros valores, son democracias muy asentadas, estamos trabajando con Colombia, que es el primer socio de América Latina que tiene la OTAN, y lo bueno que podemos hacer con los países socios es trabajar en los temas que a ellos les interesan, porque cuando tú entras en la OTAN, te tienes que regir por las normas políticas y de defensa de la OTAN, los socios son ellos los que eligen en qué podemos trabajar juntos, para que sea de beneficio mutuo.
-En América Latina y en Argentina en particular se tiene una mirada especial sobre la OTAN porque se la vincula con Reino Unido y a éste con Malvinas. ¿Qué mirada tiene la OTAN sobre ello?
-La cuestión de las Malvinas, esa es una cuestión bilateral entre Reino Unido y Argentina, por lo tanto, no me compete, no compete a la OTAN comentar en absoluto. Con respecto a Argentina, pues obviamente Argentina es un país muy importante en América Latina y es lo único que puedo decir. Tuvimos contactos durante años con Argentina, a iniciativa de Argentina. Incluso envió tropas a Kosovo, la misión de la OTAN más larga. Todo lo que puede hacer Argentina, sin ser un país socio de la OTAN, en la defensa del derecho internacional, de los valores es ayudarnos a combatir la desinformación que viene de Rusia, pues la verdad es que sería bienvenido, como todos los países de América Latina.
-Cualquiera pueda asimilar que cuando hablabas de la importancia del trabajo de inteligencia para la OTAN, pueda decir que Malvinas puede ser una base de inteligencia o de obtención de información sobre algunos recursos, especialmente que se ubican en Argentina y en América Latina...
-La OTAN en América Latina no tiene ningún papel. Lo que está haciendo es trabajar con un socio en América Latina, que es Colombia, en muchísimos aspectos, desde el ciberespacio, al terrorismo, a la lucha contra la corrupción, seguridad marítima, solamente te puedo hablar de lo que estamos haciendo con un país socio en América Latina, pero no te puedo hablar sobre Argentina, porque no tienen una relación de partenariado.
-Preguntaba en específico por el ejercicio de la soberanía de Reino Unido en Malvinas, que muchos dicen “es una base de la OTAN”, quiero ser claro.
-Te puedo asegurar que la OTAN no tiene ninguna base militar fuera de su territorio. La OTAN no tiene bases.
-¿Hay algún camino propuesto desde la OTAN para que Argentina eventualmente vuelva a tener el rol que alguna vez tuvo como aliado extra OTAN?
-Eso depende de los países, como decía. O sea, tanto para los países que han entrado en la OTAN, no ha sido la OTAN nunca la que ha ido a llamar a la puerta, por ejemplo, de Finlandia, Suecia, Macedonia del Norte o Montenegro, por mencionar los países más recientes. Tenemos casi 50 socios en todo el mundo. La OTAN no es una organización global, la OTAN es una organización regional, pero vemos que las amenazas para nuestra seguridad son globales. Por lo tanto, trabajar con socios nos hace más fuertes a todos. Es decir, que la OTAN da la bienvenida a nuevos socios siempre que trabajemos en la misma dirección. Por lo tanto, depende de Argentina.
-Para cerrar, cuántos desafíos por delante...
-Muchísimos. Y la OTAN no se puede permitir el lujo de ocuparse de unos y no de otros, como dice el secretario general. Tenemos que estar preparados para cualquier desafío a nuestra seguridad.
-¿Hay alguna posición sobre las bases y puertos chinos en Argentina?
-Nosotros lo que vemos es que China se está acercando a nosotros y para la OTAN, no es un adversario. Rusia es un adversario. O sea, es una amenaza, pese a que no vemos ninguna amenaza inminente por su parte. El terrorismo es una amenaza. China no. Entonces, por ejemplo, lo que está haciendo la OTAN con respecto a China es entenderla mejor, porque China no comparte nuestros valores y supone un desafío para nuestros intereses, para nuestra seguridad y para nuestros valores. Entonces, se trata de trabajar para ser más independientes tecnológicamente de China. Hemos sido muy dependientes energéticamente de Rusia y ahora con China en materia tecnológica. Pero con China tenemos diálogo político y hay contactos.