Este fin de semana se llevan a cabo las elecciones al Parlamento de la Unión Europea y en simultáneo, tres países del continente también votan a sus propios legisladores.
Bélgica, Bulgaria y San Marino van a las urnas a nivel interno.
Este fin de semana se llevan a cabo las elecciones al Parlamento de la Unión Europea y en simultáneo, tres países del continente también votan a sus propios legisladores.
Este domingo 9 de junio Bélgica, Bulgaria y San Marino eligen a sus representantes en sus respectivos parlamentos.
En el caso de Bélgica, la cita a nivel federal, regional y europeo encamina a la derecha como principal candidata. La más relevante localmente es en la que se renovarán los 150 miembros de la Cámara de Representantes.
Serán elegidos en 11 distritos electorales de múltiples miembros, que son las diez provincias y Bruselas, con entre 4 y 24 escaños. Los asientos se asignan según el método d'Hondt, con un umbral electoral del 5 % por circunscripción.
La Nueva Alianza Flamenca de Bart De Wever obtendría la mayoría de los votos. El Partido Socialista corre en segunda posición.
Bulgaria tendrá una jornada particular al tratarse de la sextas elecciones en tan sólo tres años.
Estas legislativas anticipadas por tres años la formación y aprobación del gobierno de rotación previsto para reemplazar al gobierno de Denkov fracasó el 20 de marzo de 2024, el presidente búlgaro, Rumen Radev, anunció después de haber concluido un segundo y tercer intento fallidos de formar un gobierno entre los partidos electos, que ahora nombraría un nuevo primer ministro interino y un gobierno interino encargado de organizar unos nuevos comicios.
Elegirán los representantes de la Asamblea Nacional con un total de 240 escaños y la necesidad de 121 para la mayoría. Según una reciente encuesta realizada por la agencia Mediana, Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) lidera las encuestas preelectorales. El partido nacionalista Revival (Vazrazhdane), que ocupa el segundo lugar, recibiría el 15% de los votos.
Por el lado de San Marino, el elemento llamativo no pasa por lo político, sino por el hecho de que la nación de tan sólo 34.000 habitantes deberá elegir 60 representantes del Gran Consejo General.