El Litoral
Los palestinos rechazaron que el Muro de los Lamentos, ubicado en el Monte del Templo, en Jerusalén Este, vaya a formar parte de Israel en un futuro acuerdo de paz, tal como afirmó ayer Estados Unidos.
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Télam
"No aceptaremos ningún cambio de las fronteras de Jerusalén Este ocupada en 1967", afirmó el vocero del presidente palestino, Mahmud Abbas.
Nabil Abu Rudeineh explicó que este tipo de declaraciones no hacen más que confirmar que el actual gobierno de Estados Unidos no puede ser mediador del proceso de paz, informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Un funcionario estadounidense de alto rango dijo ayer que Washington concibe al Muro de los Lamentos como parte de Israel, según la agencia DPA. "No podemos concebir ninguna situación bajo la cual el Muro de los Lamentos no fuera parte de Israel", dijo el funcionario y avivó el fuego encendido la semana pasada por el presidente, Donald Trump, al reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
El Muro de los Lamentos, un resto del segundo templo de Jerusalén, es el lugar más sagrado del mundo para los judíos.
Está situado en los pies del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas, sagrado tanto para judíos como para musulmanes, donde se ubican las mezquitas de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca.
Administrado por Jordania, que ocupó la parte oriental de la ciudad en la primera guerra árabe israelí, en 1948, cuando el recién fundado Estado de Israel ocupó la parte occidental, es uno de los puntos calientes de la disputa por el futuro estatus de Jerusalén, que los israelíes ven como capital eterna e indivisible del Estado judío.
Los palestinos, en cambio, reclaman la zona oriental, ocupada en 1967 por Israel y anexionada más tarde y que incluye la Explanada, como capital de su futuro Estado palestino.
La comunidad internacional considera que el estatus definitivo de la ciudad debe ser definido en negociaciones entre las dos partes, un consenso que Estados Unidos rompió la semana pasada.
El liderazgo palestino se reunirá el próximo lunes en Ramallah -sede del gobierno palestino- para buscar una salida a esta situación y, a su vez, discutir sobre la futura visita a la región del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a quien Abbas rechazó recibir a raíz de la polémica.