El papa Francisco volvió a reiterar las restricciones sobre el uso de la misa tradicional en latín a los conservadores católicos, reprendiendo a los obispos que permitieron que se oficiara en las parroquias sin permiso previo del Vaticano.
A través de un decreto, subrayó secciones de un documento que publicó en 2021, cuando revocó las decisiones liberalizadoras de sus dos predecesores.
El papa Francisco volvió a reiterar las restricciones sobre el uso de la misa tradicional en latín a los conservadores católicos, reprendiendo a los obispos que permitieron que se oficiara en las parroquias sin permiso previo del Vaticano.
A través de un decreto, subrayó secciones de un documento que publicó en 2021, cuando revocó las decisiones liberalizadoras de sus dos predecesores, más indulgentes con la misa tradicional en latín.
Desde ese año, algunos obispos conservadores desafiaron abiertamente al Santo Padre, dando lugar al último capítulo de lo que algunos denominaron las "guerras litúrgicas" de la Iglesia.
En particular, algunos obispos eludieron la prohibición del uso de iglesias parroquiales para la misa en latín y la apertura de nuevos, a menos que recibieran una dispensa específica del Vaticano.
Algunos también hicieron caso omiso a la normativa que indica que los sacerdotes ordenados después de la fecha necesitan un permiso especial del Vaticano para decir la misa en latín al estilo antiguo.
El decreto papal insiste en las normas originales del documento de 2021 e indica de forma específica que los obispos que actuaron sin una dispensa vaticana deben buscar una ahora con carácter retroactivo.
Algunos conservadores de la Iglesia han utilizado la misa en latín como un grito de guerra en su oposición general a las reformas del Concilio Vaticano II de 1962-1965, que incluyeron la introducción de la misa en lenguas vernáculas.
Cuando impuso las restricciones por primera vez en 2021, Francisco dijo que la buena voluntad y la indulgencia mostradas por sus predecesores -Juan Pablo II y Benedicto XVI- fueron "explotadas" por algunos por razones ideológicas, con el riesgo de una mayor división.