El papa Francisco reiteró que una posible visita a Argentina "está en programa" para después de las elecciones generales que se harán este año y que el Vaticano estudiará "si se puede hacer".
Durante su estadía en Portugal, el Sumo Pontífice reiteró el pensamiento de regresar a su tierra.
El papa Francisco reiteró que una posible visita a Argentina "está en programa" para después de las elecciones generales que se harán este año y que el Vaticano estudiará "si se puede hacer".
"Puedo confirmar que está en programa. Veremos si se puede hacer, una vez que pase el año electoral", planteó el pontífice al ser consultado por la revista Vida Nueva sobre un posible viaje a su país natal.
Según Jorge Bergoglio, de 86 años, "terminadas las elecciones, se puede hacer" la que sería su primera visita como Papa al país.
"En estos momentos solo pienso en Argentina… y quizás Uruguay", agregó sobre los países que podría incluir el viaje apostólico.
Al mismo tiempo, el Papa reconoció que "ya hubo varios intentos antes, pero las elecciones frustraron la visita", ya que la Santa Sede desaconseja los viajes papales durante los años electorales.
En mayo pasado, el pontífice había adelantado en público que "la idea es ir a Argentina el año que viene, vamos a ver si se puede"
Francisco planteó en varias ocasiones que tenía previsto visitar Argentina a fines de 2017 en una gira por el Cono Sur que finalmente se canceló por el cronograma electoral en Chile.
Alrededor de 500.000 fieles aclamaron este jueves, en Lisboa, al papa Francisco, en su primer encuentro masivo con los peregrinos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la mayor reunión de católicos del mundo.
Poco antes, el tradicional "papamóvil" con Jorge Bergoglio a bordo se había abierto paso entre la colorida riada de fieles que esperaban ansiosos el primer gran encuentro de esta cita, que se inició el miércoles con una agenda de actos festivos, culturales y espirituales que durarán hasta el domingo.
"Bienvenidos y gracias por estar aquí, ¡me alegra verlos!", arrancó entre aplausos Francisco, de 86 años.
“Me alegra escuchar el simpático alboroto que hacen y poderme contagiar de su alegría", agregó, dirigiéndose a la multitud en español, desde un gran escenario azul.