El papa Francisco llega a Irak en momentos en que los casos diarios de coronavirus están alcanzando cifras récord por una segunda ola de contagios, lo que llevó a las autoridades a imponer fuertes restricciones mientras esperan el arribo del primer lote de la vacuna china Sinopharm en los próximos días.
Irak es uno de los países más afectados en Medio Oriente, con casi 700.000 casos reportados y más de 13.400 muertes desde el inicio de la pandemia.
Después de tocar su punto máximo en septiembre con 5.000 nuevos positivos por día, la curva epidemiológica cayó hasta registrar cerca de 800 en diciembre y a principios de este mes volvió a ascender hasta alcanzar cifras similares a sus peores registros.
El Ministerio de Salud atribuyó esa situación al relajamiento entre la población, que dejó de utilizar tapabocas y practicar la distancia social a medida que los casos bajaban y, sobre todo, a la aparición de la llamada cepa británica, mucho más contagiosa.
Tenés que leerEl Papa Francisco aseguró que no extraña a la Argentina y que no tiene previsto volverDe acuerdo al vocero de la cartera sanitaria, Seif Al-Badr, la mayoría de las nuevas infecciones se produce en el oeste de la capital Bagdad, así como en las ciudades de Kerbala y de Nayaf, uno de los lugares más sagrados del islam chiita y a donde viajará Francisco en el segundo día de su gira.
Ante el crecimiento exponencial de casos y la visita del pontífice, las autoridades impusieron nuevas restricciones a partir del 18 de este mes y hasta el 8 de marzo, justo el día en que termina el viaje papal.
La medida incluye toques de queda nocturnos entre las 20 y las 5 que se extienden a un confinamiento total de viernes a domingos.
Además, se impuso el cierre de algunos establecimientos no esenciales y multas más altas para quienes no usen tapabocas en espacios públicos.
Tenés que leerPapa Francisco: "Es una vida horrenda e infeliz la de quien juzga a los demás"