El papa Francisco va a restituir al arzobispo ortodoxo de Atenas tres fragmentos del Partenón, que están conservados en los museos del Vaticano, como un símbolo de la amistad y del diálogo ecuménico, anunció el viernes la Santa Sede.
La Santa Sede anunció hoy la donación al arzobispo ortodoxo de Atenas, Jerónimo II; sucede en medio del reclamo por las piezas exhibidas en el Museo Británico,
El papa Francisco va a restituir al arzobispo ortodoxo de Atenas tres fragmentos del Partenón, que están conservados en los museos del Vaticano, como un símbolo de la amistad y del diálogo ecuménico, anunció el viernes la Santa Sede.
El sumo pontífice “decidió donar a su beatitud Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia, los tres fragmentos de Partenón conservados con cuidado desde hace siglos en las colecciones pontificias y los Museos Vaticanos”, indicó la Santa Sede en un comunicado.
El texto sugiere una intención de la Santa Sede para dejar claro que no se trata de una decisión bilateral de devolver los fragmentos del estado Vaticano a Grecia, sino de una donación de inspiración religiosa. Es posible que el texto se haya redactado para no crear un precedente que pueda afectar a otras piezas de valor incalculable de los Museos Vaticanos.
El papa argentino, que se reunió con Jerónimo II a finales de 2021 durante su viaje a Grecia, ha hecho del diálogo interreligioso y ecuménico un eje central de su pontificado.
Según Vatican News, la página de información oficial del Vaticano, se trata de tres fragmentos de mármol que representan respectivamente la cabeza de un caballo, el rostro de un joven y el de un señor barbudo. Las tres piezas llegaron a Roma en el siglo XIX.
El Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas, se construyó entre el 447 y el 432 a.C. y está inscrito en el patrimonio cultural de la Unesco. En la Antigüedad Clásica, era un templo consagrado a la diosa Atenea y después fue transformado en una iglesia y luego en una mezquita.
El templo -que ya no es un lugar de culto- fue parcialmente destruido por un bombardeo de los venecianos en 1687 y después fue saqueado, y muchos de sus fragmentos quedaron repartidos por los principales museos del mundo.
Las piezas volverán a Grecia en un momento en que Londres y Atenas mantienen un tira y afloje artístico por los llamados Mármoles de Elgin. Desde principios del siglo XX, Grecia pide oficialmente la restitución, sin éxito, de dos piezas que están en el Museo Británico de Londres, incluyendo un friso de 75 metros, e intenta también que retornen al país otros fragmentos expuestos en otros lugares.
Se trata de las esculturas que el diplomático británico Lord Elgin retiró del Partenón a principios del siglo XIX cuando era embajador ante el Imperio Otomano, entonces gobernante de Grecia. El Museo Británico siempre ha descartado devolver los mármoles e insiste en que fueron adquiridos de manera legal.