El pontífice partirá desde Roma el martes 13 para cubrir en seis horas y media los 5262 kilómetros que separan a la capital italiana de Nur-Sultán, la única ciudad que visitará en suelo kazajo.
Realizará así su tercer viaje del año, luego de las visitas que hizo a Malta y a Canadá, y tras suspender un viaje a Congo y Sudán del Sur por los dolores en su rodilla derecha.
El pontífice partirá desde Roma el martes 13 para cubrir en seis horas y media los 5262 kilómetros que separan a la capital italiana de Nur-Sultán, la única ciudad que visitará en suelo kazajo.
Al llegar mantendrá un encuentro con el presidente Kasim-Yomart Tokaev y luego dará el primero de sus cinco discursos en el país frente a miembros de la sociedad civil y autoridades.
Kazajistán, un país marcado por la diversidad religiosa, tiene una gran mayoría musulmana, cercana al 75% de su población, con apenas un cuarto de cristianos, en su mayoría ortodoxos que se referencian en el Patriarcado de Moscú que dirige Kiril, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin.
La visita del Papa se dará además a casi 21 años de un recordado viaje de Juan Pablo II en septiembre de 2001, apenas días después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, en el que el pontífice polaco pidió "que las controversias se resuelvan con tratativas y diálogo y no con armas".
Además, se esperan definiciones similares de parte de Francisco sobre la necesidad de promover vías de negociación para terminar la guerra en curso en Ucrania.
La llegada de Francisco a Kazajistán se dará luego de que en junio el país aprobara con más de 77% un referendo de reforma constitucional que entierra la era del antiguo presidente Nazarbayev, en el poder durante tres décadas, tras una serie de disturbios a inicios de año que dejaron más de 230 muertos.
El actual presidente kazajo, considerado hasta entonces como un fiel continuador del legado de Nazarbayev, abogó por un "Nuevo Kazajistán" tras los disturbios y convocó al referéndum finalmente aprobado.