Antes de las 8, los primeros coches comenzaron a llegar hasta una explanada frente al río Paraguay a la espera de la imagen de la Virgen Peregrina de Caacupé para iniciar la misa. Mientras los asistentes rezaban el rosario, la talla mariana salía en procesión desde la Catedral de Asunción hasta la Costanera, escoltada por policías motorizados, en una celebración atípica de la mayor festividad religiosa del país.
En años anteriores, miles de paraguayos peregrinaban desde días antes para asistir a la novena y la misa central en honor a la Inmaculada, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, pero en esta ocasión los ciudadanos han cumplido con las recomendaciones de las autoridades, tanto gubernamentales como religiosas.
Tenés que leerLas misas por la festividad de Caacupé serán sin fieles y a puertas cerradasEl aumento de los casos de coronavirus en Caacupé y en el departamento de Cordillera en las últimas semanas llevó al Gobierno a decretar la Fase 0, con cierre total, a excepción de farmacias y supermercados, en tres cuadras alrededor de la Basílica. De esta forma, se restringían las peregrinaciones y los rezos, lo que trastocaba las tradiciones religiosas del país, pero protegía la vida de sus ciudadanos.
Los católicos paraguayos acataron el mensaje y este martes han seguido la misa a distancia o bien desde sus coches, como en el caso de Asunción. Una servidora de la Divina Misericordia de la Archidiócesis de Asunción, Fátima Alfonso, reconoció conmovida que era "realmente triste" no poder desplazarse a Caacupé, porque todos los años acudía en peregrinación. "Lo lindo de esto es que todo el Paraguay se convirtió en un santuario. Anoche fue muy emotivo a las 00.00. La mayoría de la población se iba a Caacupé y anoche tuvimos que participar a través de los canales y todo el mundo con petardos. Se unió la ciudadanía, porque Paraguay es mariano, es profundamente mariano", dijo Alfonso a Efe antes de que comenzara la misa. Su petición a la Virgen este año es "el fin de la pandemia" y también "el fin de la corrupción" en Paraguay.
Los organizadores de esta misa al aire libre se han asegurado de que todos los fieles cumplieran con los protocolos del Ministerio de Salud, con el uso de mascarilla, la distancia física y la celebración de la liturgia en un espacio abierto. Como dijo a Efe Alejandro Bogda, un diácono de 76 años, esta pandemia que "nadie se imaginó" también ha obligado a la Iglesia a introducir cambios en sus celebraciones. "Creo que la Iglesia camina con los tiempos. Si hay una pandemia y la gente se muere, es lógico suponer que uno va a adaptarse a las circunstancias, como Jesús también hizo en sus tiempos", comentó.
Paraguay ha registrado desde marzo hasta la fecha 88.723 casos de coronavirus, con 1.872 fallecidos y 62.603 recuperados, según los últimos datos del Ministerio de Salud.