El presidente chino, Xi Jinping, promulgó este martes la polémica ley de seguridad nacional para Hong Kong, considerada por sus detractores como una forma de amordazar a la oposición.
El presidente chino, Xi Jinping, promulgó este martes la polémica ley de seguridad nacional para Hong Kong, considerada por sus detractores como una forma de amordazar a la oposición.
Ignorando los llamamientos de los países occidentales, el parlamento nacional aprobó la nueva Ley de Seguridad Nacional, un año después de las manifestaciones multitudinarias en la antigua colonia británica contra la influencia del gobierno central.
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El texto será incorporado a la "Ley Fundamental" que sirve desde 1997 de mini-Constitución en Hong Kong y entrará en vigor este mismo martes, anunció la jefa del gobierno hongkonés, Carrie Lam.
En un comunicado emitido poco después de que la prensa oficial china confirmase la ratificación de la ley por parte del presidente, Xi Jinping, Lam aseguró que el Gobierno que dirige publicará "lo antes posible" la norma en su boletín oficial para que entre en vigor "más tarde, en el día de hoy" en el territorio semiautónomo.
Lam también reveló que presidirá un Comité para la Protección de la Seguridad Nacional en Hong Kong, y que se crearán "unidades" específicas en la Policía y en el Departamento de Justicia para hacer cumplir la nueva ley.
Las penas incluyen cadena perpetua
La ley no será retroactiva pero su máxima pena será la cadena perpetua, aseguró este martes el diario oficial Global Times. "No habrá cláusulas referidas a la retroactividad, a menos que el acto criminal sea de naturaleza continuada", afirmó este rotativo, subsidiario del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino (PCCh).
La normativa fue aprobada hoy por unanimidad por los 162 asistentes a la reunión del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), que votaron también a favor de adjuntarla al Anexo III de la Ley Básica -la “mini-Constitución de Hong Kong”-, que permite precisamente que Pekín incluya leyes nacionales para su cumplimiento en la ciudad semiautónoma, que cuenta con un sistema legal propio.
Según analistas citados por Global Times, la normativa "golpeará directamente a agentes y grupos políticos controlados por Estados Unidos en Hong Kong que en el pasado provocaron problemas en la ciudad sin apenas importarles las consecuencias".