Elon Musk tendió este lunes por la noche el puente más fuerte con Donald Trump en el marco de la campaña electoral en Estados Unidos rumbo al 5 de noviembre de 2024.
La transmisión en vivo giró en torno a las elecciones en Estados Unidos, con ofrecimiento de gestión por parte del propietario de Tesla y SpaceX.
Elon Musk tendió este lunes por la noche el puente más fuerte con Donald Trump en el marco de la campaña electoral en Estados Unidos rumbo al 5 de noviembre de 2024.
Fue en un space de X con más de un millón de oyentes y la predicción del propietario de la red social de que el contenido llegará a más de 10 millones de usuarios.
Se trató de una conversación exclusiva en audio, sin intervenciones de otros oyentes, como sí suele ocurrir con los espacios en general. La cantidad de personas presentes habría generado complicaciones en el comienzo de la entrevista, con una serie de fallos en la plataforma. Musk argumentó que se trataba de un ataque masivo DDOS contra la ex Twitter.
El magnate fundador de Tesla y SpaceX ya se había posicionado en favor del republicano en las últimas semanas, pero esta conversación en directo dejó mayores puntos en común. Incluso el propio Musk indicó que “coincidían en casi todo”.
La postura complaciente y las preguntas “al pie” no se tratan exclusivamente de la afinidad ideológica, sino que también van de la mano con los intereses a futuro de el hombre más rico del mundo, quien pretende continuar con el acompañamiento estatal de sus misiones espaciales y requiere de las regulaciones con no permitan el ingreso de los vehículos eléctricos chinos al mercado estadounidense.
Habiendo iniciado con el intento de magnicidio a Trump, Elon elogió al ex presidente en varios pasajes: "¿Temen al presidente estadounidense, o es alguien a quien no respetan y no temen? Veamos las imágenes del intento de magnicidio. Como, vale, ya sabes, el presidente Trump es como, no te metas conmigo".
El momento de mayor acercamiento se dio cuando Musk se propuso como eventual miembro de la nueva administración trumpista: "Creo que sería estupendo contar con una comisión de eficiencia gubernamental para garantizar que el dinero que tanto cuesta ganar a los contribuyentes se gasta con sensatez. Estaría encantado de ayudar en esa comisión. Me encantaría que se creara".
En el intercambio respecto a la estructura que podría poseer puntos en común con el Ministerio de Desregulación que Javier Milei creó para Federico Sturzenegger, Trump aseguró que le “encantaría” contar con Musk y destacó tareas similares en sus empresas.
Otro pasaje interesante de acuerdo entre ambos, que ya había formado parte de su campaña y que corresponde a uno de los principales elogios de la clase política a Trump, es el periodo de “paz” que logró a nivel global.
El hombre del Partido Republicano hizo referencia a dos situaciones en particular que logró evitar: que China no comprara petróleo a Irán para poder financiar Medio Oriente y que Rusia no se ofendiera ante la posibilidad de ingreso de Ucrania a la OTAN.
El presidente de la Nación, Javier Milei, también tuvo su pequeño pasaje en la conversación. Autoconcebido como el máximo exponente a nivel mundial del liberalismo, ya ha aparecido en el radar de los magnates estadounidenses, que incluso lo han invitado personalmente.
Con un peculiar y espontáneo interés por la situación económica y política de Argentina, Trump y Musk destacaron aspectos de la gestión.
"El nuevo líder de un lugar llamado Argentina es genial y es un gran fan de MAGA, lo sabes. Hizo su campaña con MAGA y escuché que está haciendo un trabajo realmente genial. Se llama 'Make Argentina great Again' (“Hacer a Argentina grande otra vez”)", comentó Donald.
"Él está haciendo un gran trabajo. Realmente recortó. Y estoy escuchando que esto comienza a funcionar bastante bien: la inflación baja", indicó Trump y agregó que tenía "como 2.000 %" de inflación. Este último punto fue uno de los más flacos de Trump en el space de X.
La confección de campaña, su discurso, el compañero y el terreno en el cual se desarrolló la conversación fue un cóctel mortal para la desinformación y exageraciones.
Donald Trump es principalmente acusado desde el Partido Demócrata de tergiversar datos o enhebrar eventuales escenarios sin sustento, como una posible llegada de 60 millones de inmigrantes indocumentados de forma automática si el pierde.
Aspectos de este tipo ha complicado sus números de encuestas desde la llegada de Kamala Harris como candidata en lugar del presidente Joe Biden.
Lo que parecía un terreno allanado para Trump, se convirtió en un hueso duro de roer ante el apoyo unificado de los demócratas a la actual vicepresidente y un mayoritario grupo de grandes medios de comunicación. Sin alejarse en la agenda, este semana Kamala fue tapa de Time con el titular "Es su momento".
Si bien se tiene en cuenta que la estructura electoral de Estados Unidos no se traza de forma lineal con los números totales, sino que depende de los aportes de cada distrito, las encuestas de agosto le dan una pequeña ventaja a Harris:
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