En West Palm Beach, Miami, rodeada de palmeras, entre las calles de El Brillo Road y El Vedado Road y con su gran piscina frente al mar a lo largo de 60 metros, se alza imponente la mansión que poseyó durante años el millonario Jeffrey Esptein, que en verano de 2019 se ahorcó en su celda de la cárcel de Nueva York. En ella vivió, cerró negocios y dio fiestas, pero en ella también abusó de decenas de mujeres, jóvenes e incluso menores de edad. De ahí que la casa sea algo así como una propiedad maldita que nadie quiere para vivir. Y por ello va a ser demolida.
Con más de 1.300 metros cuadrados distribuidos en seis habitaciones y sita en una ubicación privilegiada, la casa salió a la venta el pasado mes de julio por 22 millones de dólares (algo más de 18,6 millones de euros). Diseñada por el arquitecto John Volk, Epstein la compró en el año 1990. Entonces le costó 2,5 millones de euros. Con el tiempo, se ha convertido en una jugosa propiedad en una zona que ya está completamente construida, por lo que se sabía que no duraría mucho en el mercado, pese a su oscuro pasado. Y así ha sido. Como explica el diario económico estadounidense The Wall Street Journal, la casa ha sido comprada pero para demolerla y construir una nueva propiedad.
El comprador no es un particular, sino la inmobiliaria de Miami de Todd Michael Glaser, con una amplia cartera de pisos y casas de lujo en la ciudad de Florida; de hecho, es uno de los promotores del edificio One Thousand Museum, uno de los últimos diseños de la fallecida arquitecta Zaha Hadid, donde los Beckham ya han adquirido un lujoso apartamento. Desde la inmobiliaria le quitan importancia a la cuestión del anterior propietario, y afirman ante el diario que su intención en cualquier caso era echar abajo la propiedad para construir otra más moderna que podrán vender por unos 40 millones de dólares (34 millones de euros).
Tenés que leerAndrés de York pidió a Ghislaine Maxwell datos de la mujer que lo acusa de abusoEl propio Glaser ha dicho sobre la casa de Epstein que “Palm Beach va a estar muy contenta de que desaparezca”. Eso sí, no ha querido confirmar cuál es el precio exacto de la transacción, aunque sí ha reconocido que ha logrado una rebaja de aquellos 22 millones iniciales, por lo que el diario calcula que finalmente se habría vendido por cuatro menos, unos 15,2 millones de euros. El precio que estaría dentro de la media, afirman, dada su buena ubicación entre dos clubes de golf privados, el célebre Mar-a-Lago de Trump (a apenas dos kilómetros) y el Everglades.
Esta casa de los horrores se convirtió en el refugio del magnate y en el lugar donde perpetraba la mayor parte de sus crímenes sexuales, reclutando a decenas de jóvenes para que acudieran a su casa para acompañarle o darle masajes y acabar realizándole tocamientos o forzándolas a practicar sexo oral. Unas prácticas que, tras años de pesquisas por parte de las autoridades, llevaron a su detención en julio de 2019, cuando fue acusado de tráfico sexual y conspiración. Epstein se enfrentaba a 45 años de cárcel por haber pagado a docenas de chicas menores de edad para mantener relaciones sexuales, acusaciones de las que se declaró no culpable pero por las que se acabó suicidando.
La de Miami no es la única propiedad que poseía el fallecido financiero, que aprendió a moverse en la élite y a relacionarse con los más ricos y famosos. Gracias a su fortuna, estimada en unos 500 millones de dólares, logró hacerse con fabulosas propiedades. Poseía uno de los apartamentos más caros de Nueva York, donde también llevaba a jóvenes para obligarlas a mantener relaciones sexuales. Se trata de un edificio de estilo neoclásico francés con siete plantas, decorado con puertas de roble de más de cuatro metros de altura y con las iniciales de su propietario en la fachada. De 2.000 metros cuadrados, tiene un total de 40 habitaciones, que incluyen 10 dormitorios y 15 baños. Por un lado de la casa se puede ver Central Park, el parque más importante de la ciudad, y por el otro, el museo de arte Frick Collection. Ahora está a la venta por 88 millones de dólares, casi 75 millones de euros.
Además, también tenía un piso en París y un rancho en Nuevo México, además de una isla en el Caribe a la que acudieron desde Andrés de Inglaterra a Bill Clinton. Todo lo que se obtenga de la venta de sus lujosas propiedades irá destinado a un fondo de compensación económica para sus muchas víctimas declaradas, que fue aprobado por un juez el pasado mes de junio.