Un exbanquero fue condenado hoy a muerte en China por corrupción y bigamia, en un veredicto considerado excepcional en el mundo de los negocios, que presume que el Gobierno está reforzando al máximo su control sobre el sector financiero, informó la prensa internacional.
El tribunal sostuvo que Lai Xiaomin, exjefe del conglomerado financiero China Huarong, obtuvo 260 millones de dólares en sobornos y también lo declaró culpable de malversación de 3,8 millones de dólares en fondos públicos.
Las cifras son "muy importantes y las circunstancias particularmente graves y hubo claramente una intención de delinquir", dijo en su veredicto el tribunal de la región norteña de Tianjin.
Lai también fue condenado por bigamia al haber "vivido durante mucho tiempo con otras mujeres" fuera de su matrimonio, con las que tuvo hijos ilegítimos, reportó la agencia de noticias AFP.
En enero de 2020, Lai hizo una confesión transmitida por la televisión pública CCTV en la que se veían imágenes de un departamento en Beijing supuestamente de su propiedad, con cajas fuertes y armarios llenos de fajos de dinero.
Lai Xiaomin, que había trabajado en el Banco Central y para la agencia de supervisión bancaria, dijo que no había "gastado ni un solo céntimo" ni se había atrevido a hacerlo.
Las fotos también mostraban coches de lujo y lingotes de oro que el acusado supuestamente había aceptado como soborno.
China Huarong Asset Management es uno de los mayores gestores de créditos dudosos, es decir, con una alta probabilidad de impago.
Se trata de una de las cuatro empresas creadas por el Gobierno en 1999 para sanear el sector bancario.
Desde entonces, el grupo se diversificó en inversiones, préstamos y el sector inmobiliario.