El Litoral
Una persona murió y decenas resultaron heridas en Japón a causa del paso del tifón "Jebi", el más potente de los últimos 25 años y que azotó el occidente del archipiélago este martes con lluvias torrenciales y fuertes vientos, informaron los medios.
El Litoral
Un hombre murió en la ciudad de Higashiomi al quedar sepultado por un edificio que se derrumbó, según la agencia Kyodo. Se cree que las fuertes rachas de viento causaron el accidente.
Por otra parte, un petrolero chocó contra el puente que conecta el aeropuerto internacional de Kansai, ubicado en una isla artificial, y la ciudad de Izumisano, al ser arrastrado por la tormenta pese a estar anclado en la bahía de Osaka. Los 11 tripulantes que estaban a bordo resultaron ilesos.
Además, la pista de aterrizaje y la planta baja de un edificio de la terminal quedaron inundados, por lo que el aeropuerto fue cerrado.
El tifón número 21 de la causó provocó la cancelación de 781 vuelos y de muchas conexiones de trenes, entre ellos el tren bala entre Tokio y Osaka.
Medio millón de hogares se quedaron sin luz en el centro y oeste de Japón, informó NHK. En la estación de trenes de la antigua ciudad imperial de Kioto hubo varios heridos al romperse un techo de cristal.
En una autopista del oeste de Japón volcaron varios camiones y otro casi es arrastrado de un puente. Muchas fábricas permanecieron cerradas, igual que el parque de diversiones Universal Studios Japan, en Osaka.
Poco después del mediodía (03:00 GMT), "Jebi" tocó tierra en la parte sur de la prefectura de Tokushima, unos 600 kilómetros al sudoeste de Tokio, según la Agencia de Meteorología. El tifón fue el más potente que azota el país desde 1993.
Por la tarde, el ojo de la tormenta estaba a unos 30 kilómetros al oeste de la ciudad de Fukui y avanzaba en dirección nor-noreste a 65 kilómetros por hora, con vientos de 126 km/h y rachas de hasta 180 km/h.
Las autoridades han alertado del peligro de aludes de lodo, inundaciones y fuertes vientos, así como fuerte oleaje.
A principios de julio, lluvias torrenciales causaron aludes e inundaciones en el oeste de Japón que dejaron 226 muertos y diez desaparecidos, la peor catástrofe por causas meteorológicas del país en más de 30 años.
Una intensa ola de calor que llegó inmediatamente después causó más de 130 muertos, con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados en algunos lugares.
Con información de dpa.