El número uno del golf mundial, Scottie Scheffler, fue detenido y acusado de agredir a un policía el viernes en Louisville, Kentucky, y luego fue puesto en libertad a tiempo para comenzar su segunda ronda en el Campeonato de la PGA.
Scottie Scheffler es acusado de agredir a policía en medio de torneo PGA. El golfista fue puesto en libertad para competir en el certamen.
El número uno del golf mundial, Scottie Scheffler, fue detenido y acusado de agredir a un policía el viernes en Louisville, Kentucky, y luego fue puesto en libertad a tiempo para comenzar su segunda ronda en el Campeonato de la PGA.
Scheffler, que fue esposado y colocado en la parte trasera de un vehículo policial, dijo que el incidente se debió a un malentendido en el flujo del tránsito tras un accidente mortal en la zona alrededor del Valhalla Golf Club, donde se disputa el torneo.
"Esta mañana procedí según las indicaciones de los agentes de policía", dijo Scheffler en las redes sociales. "Era una situación muy caótica, comprensiblemente teniendo en cuenta el trágico accidente que había ocurrido antes, y hubo un gran malentendido de lo que pensé que me estaban pidiendo que hiciera".
"Nunca fue mi intención hacer caso omiso de ninguna de las instrucciones. Espero dejar esto a un lado y centrarme hoy en el golf", agregó.
Cuando Scheffler llegó al campo para comenzar su segunda ronda tras una breve sesión de calentamiento parecía relajado y fue recibido por fuertes vítores y cánticos de "Scottie".
Según un informe de ESPN, un agente intentó engancharse al auto de Scheffler y entonces el campeón del Masters detuvo su vehículo en la entrada de Valhalla. El policía gritó entonces a Scheffler que saliera y, cuando lo hizo, empujó al golfista contra el vehículo y le colocó las esposas, según el reporte.
Más tarde se publicaron en Internet unas fotos de Scheffler serio y con un mono naranja puesto.
Steve Romines, un abogado local contratado en nombre de Scheffler, dijo que el golfista fue acusado de agresión en segundo grado a un agente, daños criminales en tercer grado, conducción temeraria y hacer caso omiso de las señales de tráfico de un agente.