Cientos de paraguayos se concentraron por tercer día consecutivo frente a la residencia presidencial. Protestan contra la corrupción y el manejo oficial de la pandemia de coronavirus.
Piden la renuncia del presidente Abdo Benítez
Lunes 8.3.2021
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Última actualización 20:19
Cientos de ciudadanos de Paraguay volvieron a concentrarse este domingo frente a la residencia presidencial para protestar por tercera jornada consecutiva contra la corrupción y el manejo oficial de la pandemia de coronavirus, mientras la oposición reclamó la destitución del presidente Mario Abdo Benítez.
Los manifestantes, autoconvocados a través de redes sociales, advirtieron que las protestas continuarán hasta que Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez renuncien a sus cargos, según el diario asunceño ABC Color.
El principal reclamo se relaciona con la falta de medicamentos para enfermos de coronavirus, el colapso de la capacidad de internación de los hospitales y el retraso de la llegada de vacunas, pero también con la supuesta corrupción con que el gobierno manejó la compra de insumos para afrontar la pandemia.
Vestidos en su mayoría con la camiseta albirroja del seleccionado nacional de fútbol y con pancartas con diversas consignas -entre ellas, "Fuera Marito" y "Hasta que renuncie, todos los días"-, los manifestantes instalaron frente a la residencia presidencial un "megáfono abierto" para que cada ciudadano expresara sus reclamos.
La convocatoria a la manifestación de ayer por la tarde comenzó a circular por redes sociales bajo los hashtag #EstoyParaElMarzo2021, #QueSeVayanTodos y #FueraMarito.
El llamado abarca a "ciudadanos autoconvocados, trabajadores de bares y locales nocturnos, familiares de enfermos de coronavirus, parientes y allegados de víctimas fatales de la enfermedad y otros".
Asimismo, la Policía Nacional desplegó un severo dispositivo de seguridad en torno al edificio, para evitar que se repitieran los disturbios de las dos noches previas, cuando grupos de manifestantes se enfrentaron con los uniformados.
Tres días
El viernes, los choques se produjeron en las inmediaciones del Congreso y el sábado, frente a la residencia presidencial, cuando manifestantes intentaron derribar las vallas de contención, de lo que resultaron detenidas ocho personas que fueron liberadas el domingo.
En un informe al Ministerio Público, la Policía Nacional atribuyó los disturbios del viernes a dos decenas de miembros de la barra brava del club Cerro Porteño -cuatro de los cuales fueron identificados-, que supuestamente se infiltraron en dos grupos entre los manifestantes, según el diario asunceño La Nación.
Mientras tanto, la mayoría de los partidos de oposición reclamaron la salida del gobierno de Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez, según el diario Última Hora.
"Hubo una actitud totalitaria en la represión a la manifestación; el presidente y el vicepresidente se tienen que ir y el pueblo tiene que decidir quiénes vendrán", afirmó el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, al término de una reunión de la mesa de presidentes de partidos de oposición.
"El problema del presidente no es quienes piden el juicio político desde el Congreso; la dificultad de este gobierno colorado está en las calles, en el hartazgo por tanta corrupción; los cambios anunciados son pedidos de cúpulas, no de la ciudadanía que quiere dignidad y coraje", sostuvo la diputada Kattya González, del Partido Encuentro Nacional (PEN).
Paralelamente, diputados del PLRA se disponían a iniciar conversaciones con sus colegas de las demás bancadas opositoras a fin de reunir el número necesario para impulsar el juicio político a Abdo Benítez y Velázquez.
La iniciativa podría tener incluso el apoyo de Honor Colorado, el sector del Partido Colorado gobernante que responde al expresidente Horacio Cartes y que está enfrentado al de Abdo Benítez, pero solo una vez que tenga suficiente consenso en la oposición, sugirió el apoderado general de la fuerza, Eduardo González.
Repudio a la represión
El domingo por la mañana, la Organización de Naciones Unidas (ONU) repudió en un comunicado publicado en Twitter la represión contra las protestas opositoras y los disturbios en que desembocaron algunas de ellas y exhortó a "la búsqueda de soluciones en beneficio de toda la sociedad, dentro de un marco institucional y democrático".
Asimismo, el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, sostuvo en su homilía que "un oscuro nubarrón se dibuja peligrosamente en el horizonte" del país.
Los dos pronunciamientos se produjeron después que el gobierno reprimiera protestas opositoras y dejara más de 21 heridos, y un día después de que Abdo Benítez respondiera anunciando cambios en su gabinete.
El mandatario removió a tres miembros de su equipo y prometió más cambios en el Ministerio de Salud y "escuchar" a la ciudadanía movilizada, y desnudó una doble crisis, epidemiológica y política.
El presidente confirmó la salida del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, que ya se conocía, y sumó las del jefe del Gabinete Civil, Juan Villamayor, y los ministros de Educación, Eduardo Petta, y de la Mujer, Nilda Romero.
Paraguay se encuentra en máximos históricos de contagios, con más de 1.500 nuevos casos diarios y más de 300 pacientes ingresados en unidades de terapia intensiva, por lo que el sistema sanitario se encuentra bajo una enorme presión.
El gobierno admitió recientemente que había escasez de medicamentos para tratar a pacientes de coronavirus y que casi todas las camas de terapia intensiva de los hospitales públicos estaban llenas.
El país acumulaba desde el comienzo de la pandemia 165.811 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 24.150 personas tenían la infección activa y 3.278 murieron por la enfermedad, según el último balance oficial, publicado el viernes.
Comienza el juicio por el asesinato de George Floyd
Nueve meses después de que la muerte de George Floyd y el video de cómo un policía blanco lo asfixiaba arrodillándose sobre su cuello durante casi nueve minutos provocara una ola de protestas antirracistas en todo Estados Unidos, el caso finalmente llega este lunes a los tribunales y promete volver a polarizar al país.
Floyd, un negro de 46 años, fue detenido el 25 de mayo de 2020 por un grupo de policías blancos frente a un almacén en el barrio de Powderhorn Park en la ciudad de Minneapolis. El dueño del negocio lo había acusado de pagar con un billete falso de 20 dólares.
Derek Chauvin, hoy un expolicia de Minnesota, lo tumbó en el suelo boca abajo y lo inmovilizó arrodillándose sobre su cuello, pese a que Floyd rogaba que le permitiera respirar y hasta gritó pidiendo por su madre de la desesperación.
Floyd murió asfixiado y el video de esos casi nueve minutos se viralizaron y reavivaron la bronca y los reclamos que hace décadas -y siglos- dominan la cuestión racial en Estados Unidos.
El movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) se organizó rápidamente y comenzó a convocara protestas en todo el país contra el racismo y la brutalidad policial.
Las protestas crecieron hasta que se convirtieron en el principal tema de la campaña presidencial y de la agenda política diaria del país, en gran parte por la reacción racista y represiva que provocaron, incluido desde el entonces presidente y candidato a la reelección, Donald Trump.