Sebastián Piñera no descartó impulsar una reforma constitucional para solucionar la crisis social del país, que se ha traducido en diversas manifestaciones desde hace 12 días en Santiago y en varias regiones de Chile.
Sebastián Piñera no descartó impulsar una reforma constitucional para solucionar la crisis social del país, que se ha traducido en diversas manifestaciones desde hace 12 días en Santiago y en varias regiones de Chile.
La Carta Magna se mantiene inalterable desde la salida democrática en 1990, impuesta por la dictadura de Pinochet.
Este fin de semana hubo más de 100 "cabildos" en diferentes puntos del país pidiendo la necesidad de un referéndum que se pronuncie sobre ese cambio a la carta magna.
"Después de restaurar el orden público y poner en marcha la agenda social, no termina el debate y vendrá una segunda etapa en que estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la constitución", dijo Piñera en una entrevista a la BBC.
El mandatario comentó que antes de entrar en la fase de analizar posible reformas estructurales, va abrir "un proceso de diálogo" con los ciudadanos a lo largo de todo el país para escuchar sus inquietudes.
"Queremos poner la agenda social por encima de la agenda política, el orden por encima del caos, la justicia por encima de la impunidad. Es el tiempo de escuchar con atención a la gente y lo que la gente está pidiendo hoy día son mejores pensiones, mejores ingresos, mejor salud", expresó.
El estallido social en Chile comenzó el viernes 18 de octubre y desde entonces,miles de manifestantes salen a la calle reclamado reformas que eliminen las inequidades que en su opinión generan los actuales sistemas de pensiones, educación y salud del país.
"Chile está en promedio en términos de desigualdad en América Latina. Por supuesto, sigue siendo un país muy desigual y es por eso que estamos luchando para vencer la pobreza y reducir la desigualdad, pero no es el país más desigual de América Latina", dijo el mandatario.
Por otro lado, Piñera se refirió a las denuncias de presuntos abusos y violaciones de derechos humanos cometidos por carabineros y por militares, en este caso mientras gran parte del país estuvo en estado de emergencia la pasada semana.
"Para este presidente, para nuestro Gobierno y para Carabineros de Chile los derechos humanos son un compromiso inquebrantable y, por lo tanto, estamos siempre preocupados de cumplir con nuestras labores y nuestras obligaciones y, al mismo tiempo, proteger los derechos de todos", aseguró.
En ese sentido, explicó que "si algún carabinero se aparta de lo que establecen los protocolos, que están establecidos en las reglas de uso de la fuerza, que siempre debe ser legal dentro del marco de la ley, racional cuando sea necesaria, proporcional evitando el uso excesivo de la fuerza, cada vez que eso ocurre Carabineros de Chile inicia un sumario interno y cuando corresponde pone los antecedentes a disposición de la Fiscalía".