¿Unión Europea o Rusia?, la pregunta al pueblo de Moldavia en medio del temor por la guerra
Una modificación de su constitución evitaría futuros cambios de gobiernos influenciados por Moscú. La presidenta Sandu lo superpuso con su intento de reelección.
¿Unión Europea o Rusia?, la pregunta al pueblo de Moldavia en medio del temor por la guerra
Moldavia, una ex República Socialista Soviética de poco más de 2,5 millones de habitantes y una superficie de 33.851 km² ubicada en la frontera oeste de Ucrania, pero con un enclave prorruso de por medio, debe definir este domingo su futuro en Europa.
Este 20 de octubre los moldavos responderán a la pregunta “¿Está usted a favor de la modificación de la Constitución con vistas a la adhesión de la República de Moldova a la Unión Europea (UE)?”, en medio de un bombardeo propagandístico desde Occidente y Moscú.
Su presidenta, Maia Sandu, primera línea de la campaña de ingreso a la UE, logró superponer en la misma jornada las elecciones presidenciales en las que buscará la extensión de su mandato hasta 2028. Hay otros 10 candidatos, pero Sandu se mantiene al frente en las encuestas y en crecimiento durante los últimos meses.
Proceso de adhesión
Moldavia posee desde 2014 la facultad de solicitar el ingreso a la UE tras una resolución aprobada por el Parlamento Europeo. En 2022, en el marco de la invasión rusa a territorio ucraniano, la presidenta Sandu elevó el pedido.
Su integración, al igual que la del resto de países, no se dio de forma espontánea, sino que requiere gradualidad y una serie de aprobaciones. Sobre este aspecto y los detalles de las discusión moldava, El Litoral habló con Mileva Chialvo, licenciada en Relaciones Internacionales.
Moldavia y sus efectos en Europa
“Se establecieron los llamados criterios de Copenhague, que son una serie de criterios que tiene que cumplir un país que quiera adherirse a la UE. El primer requisito es ser un país europeo, no puede ser un país de cualquier parte del mundo. Hay otros que hacen referencia sobre todo a que el país tenga estabilidad en las instituciones democráticas, no puede entrar a un país con gobiernos de facto bajo ningún punto”, detalla Chialvo en primera instancia.
Si bien se independizó de la URSS en 1991, durante sus primeras dos décadas gobernaron fuerzas influenciadas por Moscú, lo que no brindó garantías a sus pares europeos. En contraparte, los años más recientes tuvieron a Hungría y Turquía, cercanos a Vladimir Putin, poniendo los palos en la rueda para evitar el ingreso de naciones que “cumplían los requisitos” y boicoteando la unanimidad.
Imagen ilustrativa. Crédito: Christian Mang/Reuters
Chialvo indica que “Moldavia es uno de esos países con los que la Unión Europea se encontraba estudiando ese proceso de entrada” ya que “tenerlos dentro del paraguas de la Unión Europea hace que puedan cierta forma controlar que dentro de sí hay regímenes democráticos y que no va a haber conflictos de bélicos al menos en la cercanía de su territorio”.
Como "último recurso", durante 2023 hubo conversaciones avanzadas para una posible anexión de Moldavia a Rumania, salteando de esta forma las instancias de adhesión a la UE. La medida no llegó a buen puerto y podría haber desatado nuevas corrientes separatistas.
Región clave y el rol de Transnistria
La locación de Moldavia afecta de forma casi directa a la guerra Rusia - Ucrania. La especialista en política internacional detalló que el caso “es particular porque geográficamente está ubicado en una región límite de la Unión Europea. En el lado noroeste se encuentra el conflicto con Rusia y en el suroeste limita con Rumania, que es parte de la Unión. Anexionar a Moldavia y adherirlo sería avanzar para en la conquista de ese territorio que está justo en el medio y siempre se disputa entre Oriente y Occidente”.
Su ingreso a la comunidad política europea podría generar cambios en la estructura de esta guerra en el largo plazo, algo que Chialvo argumenta: “Sabemos que la Unión Europea tiene un tratado firmado que es la realización del Tratado del Atlántico Norte que es un tratado de defensa militar con Estados Unidos y otros países más en el que siempre que se invada un territorio va a defenderse”.
La región de Transnistria, enclave estratégico, en rojo dentro de Moldavia.
La cuestión bélica es atravesada también por la cuestión social. Por un lado, Moldavia es una de las naciones que mayor cantidad de inmigrantes ucranianos ha albergado o ha permitido paso. Por el otro, regiones como la sureña Gagauzia poseen lazos étnicos e idiomáticos con Rusia, lo que ha provocado el rechazo en dos ocasiones a la pregunta del actual referéndum.
Sobre el plano político, la licenciada Chialvo indicó: “Moldavia un país que antes pertenecía a la Unión Soviética era uno de los llamados países satélites. Una vez que esta, se disuelve Rusia sigue manteniendo un vínculo muy fuerte con sus gobernantes”
Bandera de Transnistria flameando junto a la de Rusia. Crédito: ladislav Bachev/Reuters
“Ahora la diferencia es que hay una tensión mucho más grande porque por un lado dicen que es el próximo objetivo de Rusia a invadir y es la primera vez que ante la amenaza de la guerra la población está realmente asustada y podrían optar por una opción proeuro”, agrega la entrevistada.
Sin contabilizar los procesos migratorios recientes de ucranianos e israelíes, el último censo en 2014 separaba la etnia en 75,8% moldava, 8,4% ucranianos, 5,9% ruso y 4,4% gagaúzos.
Otro factor clave es la unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial Transnistria, una enclave de Moldavia de unos 4163 km² sobre la frontera este, detenido política y culturalmente en 1990.
Sin injerencia directa en el día a día de Moldavia, actualmente posee poco menos de 2 mil soldados rusos dentro de su territorio, convirtiendo a este estado con reconocimiento limitado en una pieza clave para rodear Ucrania.
A la par, Sandu quiere la reelección
Maia Sandu logró ubicar los comicios presidenciales en la misma jornada popular, en los que buscará un segundo mandato ante otros 10 competidores.
La última encuesta de la encuestadora iData (entre el 13 y 18 de septiembre) ubica a la actual mandataria como favorita con un 26,8%. Los más cercanos son Renato Usatîi de Nuestro Partido (ex Partido Demócrata Cristiano Campesino de Moldavia) con 12,7% y Alexandr Stoianoglo del Partido de los Socialistas con 11,2%.
Maia Sandu, presidente de Moldavia. Crédito: Valentyn Ogirenko/Reuters
Por encima de los eventuales cambios en los porcentajes al momento de emitir los votos, donde habrá segunda vuelta ya que se necesita más del 50% en la primera, la sumatoria de intención de voto opositor será clave en la cuestión del referéndum.
El Partido de los Comunistas de la República de Moldavia, Partido del Renacimiento y Oportunidad se oponen a la adhesión, mientras que el Partido de los Socialistas de la República de Moldavia y el Partido de Desarrollo y Consolidación hablan de boicot al necesitar más de un 33% de presencia.
Renato Usatîi, candidato de Nuestro Partido, ex Partido Demócrata Cristiano Campesino de Moldavia. Crédito: ru1
Tomando la intención de voto de las encuestas de CBS-AXA-IPRE para las presidenciales y realizando un ficticio traslado hacia la consulta, la oposición podría sumar más de 20%, sin contar el otro 20% aproximado de votantes sin representación definida y las dudas sobre el grupo de Nuestro Partido, que con más de un 10% en las encuestas, ha optado por la neutralidad.