El presidente de Irán, Ebrahim Raissi, insistió en que las protestas desatadas en el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini forman parte de un plan diseñado y financiado por Estados Unidos, Israel y varios países europeos.
En las últimas semanas, las principales ciudades fueron escenario de manifestaciones por el fallecimiento de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral. Funcionarios iraníes afirman que cientos de personas fueron asesinadas durante las movilizaciones.
El presidente de Irán, Ebrahim Raissi, insistió en que las protestas desatadas en el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini forman parte de un plan diseñado y financiado por Estados Unidos, Israel y varios países europeos.
En este contexto advirtió que "no tendrá piedad" con aquellos que muestran su hostilidad hacia la república islámica en las manifestaciones. "Los hipócritas, los monárquicos, las corrientes contrarrevolucionarias y todos los perjudicados por la revolución se han unido a las manifestaciones", declaró.
Frente a la Universidad de Teherán ante una multitud rindió homenaje a los 200 soldados muertos durante la guerra Irán-Irak. "Los brazos de la nación están abiertos a todos los que fueron engañados, pero no tendremos piedad con los elementos hostiles", insistió el mandatario.
En las últimas semanas, varias de las principales ciudades iraníes han sido escenario de manifestaciones de protesta por el fallecimiento de la joven Mahsa Amini, quien perdió la vida poco después de ser detenida por la policía de la moral, por no llevar puesto su velo correctamente.
"Si piensan alcanzar sus objetivos difundiendo rumores y dividiendo a la sociedad, se equivocan", sostuvo Raissi. "Quieren engañarnos, pero les conocemos y conocemos también a nuestra nación", añadió.
Numerosos funcionarios afirmaron que cientos de personas fueron asesinadas durante las protestas, entre ellas miembros del personal de seguridad, mientras que miles fueron arrestadas.
Defensores de los derechos humanos fuera de Irán estiman que más de 450 manifestantes fueron asesinados en la represión. Sin embargo, la justicia anunció hasta ahora haber condenado a muerte a 11 personas por su participación en las manifestaciones.
Dos de ellas ya fueron ejecutadas y dos serán juzgadas nuevamente, mientras los militantes aseguran que una docena más se arriesgan a la pena capital.
Las movilizaciones a nivel nacional ya se produjeron en Irán en anteriores ocasiones -una de ellas en el año 2017 que duró hasta principios de 2018 y otra en noviembre de 2019-, pero la magnitud de las protestas actuales son únicas porque involucran a personas de todos las clases sociales y están lideradas por mujeres, bajo la consigna "Mujer, vida, libertad".