“Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves, pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días”, aseguró el mandatario en sus redes sociales.
“Yo estaré pendiente de los asuntos públicos desde Palacio Nacional. Por ejemplo, mañana atenderé una llamada con el presidente Vladimir Putin porque, independientemente de las relaciones de amistad, existe la posibilidad de que nos envíen la vacuna Sputnik V.”, añadió en su mensaje.
El mandatario mexicano, salvo excepciones como su viaje a Estados Unidos en julio de 2020, se ha negado a usar cubrebocas durante sus eventos públicos, donde participan autoridades de todos los niveles.
El mundo político reaccionó inmediatamente a la información del contagio de López Obrador. “Deseo, sinceramente, una pronta recuperación al presidente López Obrador”, expresó en Twitter su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), uno de sus grandes rivales políticos.
Sus competidores políticos en las elecciones de 2018, Ricardo Anaya y José Antonio Meade, también le enviaron buenos deseos y una pronta recuperación, igual que gran parte de su gabinete y líderes en ambas Cámaras del Congreso mexicano.
“Su entereza, la ciencia y el creador se unirán y será una pronta recuperación. Las y los diputados de Morena le enviamos un abrazo solidario”, escribió en redes sociales el diputado Ignacio Mier, coordinador de los legisladores de Morena, el partido de López Obrador.
El contagio de López Obrador fue confirmado exactamente 14 días después de que su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, anunciara su contagio, en el caso más cercano al presidente de 67 años y quien ya pasó por una operación de corazón en 2013 tras un infarto al miocardio.