Se oficializó el triunfo de Paul Kagame en las elecciones de Ruanda, el político - militar de 66 años que es presidente desde el 2000 y fue considerado líder de facto desde el 1994 mientras fue vicepresidente, luego de encabezar el Frente Patriótico Ruandés (FPR), uno de los bandos del conflicto durante la Guerra Civil.
Lo particular no finaliza en su breve currículum, sino que los resultados también son llamativos al haber ganado con el 99,18% de los votos, según la Comisión Electoral Nacional (CEN) del país africano tras los comicios del lunes en el cual se encontraban habilitados unos 9.5 millones de ruandeses.
Ruanda eligió también representantes para la Cámara de Diputados compuesta por 80 escaños, donde el oficialismo obtuvo nuevamente la mayoría.
Los números de sus contrincantes estuvieron lejos de resultar competitivos. El candidato por el opositor Partido Verde Democrático de Ruanda, Frank Habineza, y el aspirante independiente Philippe Mpayimana recibieron un 0,5 % y un 0,32%, respectivamente.
Los resultados electorales oficiales de este 2024.
Otro elemento que resta puntos en transparencia electoral es que los rivales inscriptos para derrocar a Kagame habían sido ocho, pero sólo dos fueron habilitados. Uno de los vetados, Diane Rwigara, ya había sido quitada de la lista en 2017.
El juez electoral del CEN es elegido por la Cámara de Diputados de Ruanda, donde el oficialismo posee mayoría y obtiene la facultad de nombrar un titular afín a los intereses de Kagame.
Kagame surge como figura pública durante la Guerra Civil de Ruanda.
Este 2024, el presidente repite el 99% de los votos de las elecciones del 2017, a las cuales se presentó gracias a una reforma constitucional que liberó los límites de mandatos. El último periodo fue de siete años y en esta ocasión será de cinco. Nunca bajó del 90%.
Armada Patriótica Ruandesa, el equipo de fútbol de la resistencia armada Tutsi que forma parte del gobierno de Kagame y del cual él mismo es originario, ganó este año su 22° título de la Primera División, todos desde 1995.
Sólo haciendo foco en las elecciones del 2017, Human Rights Watch presentó pruebas en las cuales afirma que se cometieron faltas electorales incluyendo forzar a los votantes a escribir sus votos a la vista de todos y emitir votos por electores que no se habían presentado.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, votando en una escuela en Kigali. Crédito: EFE/EPA/DANIEL IRUNGU
En el libro How to Rig an Election de 2018 se pone en debate la posibilidad de que no haya sido necesaria ninguna estrategia de amañamiento electoral para que Kagame o el oficialismo se mantenga en el poder.
Los índices económicos de los últimos años se mantienen en alza en varios aspectos, a pesar de su bajo índice de desarrollo humano que se equipara con el de la región. La figura del presidente como un héroe nacional que puso fin al genocidio tutsi también es uno de los elementos que seguiría pesando a la hora de los comicios.