Aunque Torra negó cualquier relación con los radicales detenidos, el presidente del gobierno español y candidato a la reelección por el Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, le exigió que dé explicaciones de el Parlamento regional.
Aunque Torra negó cualquier relación con los radicales detenidos, el presidente del gobierno español y candidato a la reelección por el Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, le exigió que dé explicaciones de el Parlamento regional.
Los partidos opositores en Cataluña, desde izquierda a derecha, también reclamaron la comparecencia del líder secesionista en medio de una gran preocupación ante nuevas movilizaciones independentistas coincidiendo con la jornada de reflexión previa a las elecciones.
Sánchez afirmó en declaraciones al canal La Sexta que "la Justicia y la Policía están estrechando el cerco a los radicales violentos", pero desde el punta de vista político, "Torra tiene que comparecer y explicar qué verosimilitud da a las informaciones" publicadas.
El líder socialista reaccionó así a las filtraciones a la prensa del sumario sobre la investigación que lleva adelante la Audiencia Nacional contra las nueve personas detenidas el 23 de septiembre último -siete aún en prisión-, por formar parte del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los CDR (Comité de Defensa de la República), que están acusados de terrorismo.
De acuerdo con la investigación, el grupo radical estaba dispuesto a fabricar y utilizar bombas, atentar contra instituciones del Estado, realizar sabotajes a infraestructuras-como torres eléctricas- y atacar a los Mossos d'Esquadra (Policía catalana) y Guardia Civil.
Uno de los detenidos en el marco de la denominada "Operación Judas" confesó ante el juez del caso que el presidente catalán estaba de acuerdo con una acción que consistía en "ocupar pacíficamente" el Parlamento regional.
"Se querían encerrar porque el 'president' Torra quería echar para adelante (avanzar) esto de la independencia, lo llamaban el día D", explicó el detenido Ferran Jolis al juez -según las filtraciones -, refiriéndose a la fecha en la que se conocería el fallo del Tribunal Supremo contra los líderes del fallido proceso de secesión catalán de 2017.
Ante la gravedad de las revelaciones, el líder del opositor Partido Popular (PP), Pablo Casado, cargó contra Sánchez, al que volvió a acusar de complicidad con Torra y el ex presidente regional Carles Puigdemont, al haber aceptado el apoyo de los secesionistas cuando asumió el poder por medio de la moción de censura contra el ex presidente conservador Mariano Rajoy.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió a Sánchez "coraje" para "cesar" a Torra, después de que las declaraciones de los detenidos "hayan demostrado" que "es el artífice" de las actuaciones de los grupos radicales separatistas.
Tras conocerse el 14 de octubre último el veredicto del Supremo, que impuso penas de entre 9 y 13 años de prisión a los líderes secesionistas, en Cataluña estallaron protestas multitudinarias -algunas de ellas encabezadas por el propio Torra-y se produjeron acciones de boicot, como el intento de paralizar el aeropuerto El Prat de Barcelona.
El movimiento independentista también estuvo envuelto en disturbios violentos, a los que Torra respondió con cierta complacencia.
La irrupción de violencia en Cataluña elevó la tensión política en la antesala de la campaña electoral española y dio alas al partido ultraderechista Vox, que defiende una respuesta severa e incluso anticonstitucional contra los secesionistas, como es su legalización.
La batalla electoral, marcada por una polarización cada vez mayor, llevó a que el propio Sánchez planteara medidas duras hacia Cataluña, como prohibir la celebración de referendos, o prometiera "traer a España" a Puigdemont, obviando que el ex presidente están pendiente del proceso de extradición a cargo de la justicia belga.
El líder socialista asumió este jueves que había cometido un error al afirmar que la Fiscalía del Estado dependía del gobierno, de ahí que podía garantizar que Puigdemont iba a rendir cuentas con la justicia española. Lo atribuyó al cansancio, aunque el suyo fue solo un vaivén más de una campaña convulsa camino hacia unas elecciones con resultados impredecibles.
Con información de Télam.