Por primera vez desde el inicio de la pandemia, Brasil reportó este martes más de 4.000 muertes a causa del coronavirus en las últimas en 24 horas, informó el Ministerio de la Salud.
El total acumulado se elevó a 336.947 fallecimientos en más de trece meses de pandemia.
Por primera vez desde el inicio de la pandemia, Brasil reportó este martes más de 4.000 muertes a causa del coronavirus en las últimas en 24 horas, informó el Ministerio de la Salud.
En pleno agravamiento de la crisis sanitaria, el gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes, contabilizó 4.195 muertos. Con esta cifra, el total acumulado se elevó a 336.947 fallecimientos en más de trece meses de pandemia, un balance superado solo por Estados Unidos.
El total de víctimas mortales registradas en la víspera por Covid-19 es dos veces mayor a los 1.319 que se habían informado ayer, tras los feriados de Semana Santa y que también trajeron 28.645 casos. Además, se contabilizaron 86.979 nuevos contagios, llevando la cifra total a 13,1 millones.
En los primeros seis días de abril, el número de decesos ascendió a 15.432, manteniendo la tendencia de marzo, el mes más letal hasta ahora, con 66.573 muertos, más del doble del récord anterior. El promedio diario en siete días es de 2.757 fallecimientos.
Los especialistas afirman que en las próximas semanas la nación podría atravesar un escenario más sombrío, con los hospitales colapsados, la vacunación avanzando a paso lento y el Gobierno de Jair Bolsonaro rechazando la aplicación de una cuarentena, debido a sus impactos económicos negativos.
Uno de los estados más golpeados por la pandemia es San Pablo, que notificó este martes 1.389 muertes en un día, un aumento del 1,8% en el período, mientras que los casos fueron 22.794, es decir, alrededor del 85% del máximo histórico registrado en la última semana, con un crecimiento del 0,9% en la víspera, según informó el portal Terra.
De acuerdo con los datos de la Fundación del Sistema Estatal de Análisis de Datos (Seade), San Pablo, que totalizaba este martes más de 2,5 millones de contagios y 78.554 muertes desde diciembre de 2019, registró una caída semanal hasta ayer del 6,6% en los nuevos casos, pero las muertes aumentaron un 4,3%. Allí, fueron habilitados colectivos escolares para cargar cuerpos y se están realizando entierros nocturnos para atender la demanda.
Más temprano, el nuevo canciller de Brasil, Carlos França, prometió una "verdadera diplomacia de la salud" debido a la urgencia en el combate a la pandemia de la Covid-19, según enunció en su discurso de toma de posesión del cargo.
"La primera urgencia es el combate a la pandemia del Covid-19, las misiones diplomáticas y consulados de Brasil en el exterior estarán cada vez más involucrados en una verdadera diplomacia de la salud", prometió el nuevo ministro.
"Mi compromiso es involucrar a Brasil en un intenso esfuerzo de cooperación internacional, sin exclusiones, y abrir nuevos caminos de actuación diplomática, sin preferencias de esta o aquella naturaleza", remarcó.
Su predecesor en el cargo, Ernesto Araújo, dejó el Gobierno entre fuertes críticas por la alineación total de la diplomacia brasileña con los intereses del entonces Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, que acabó perjudicando a Brasil en el acceso a vacunas contra la Covid-19.
Pero França aseguró que ahora son crecientes los contactos con gobiernos y laboratorios para mapear las vacunas disponibles y los medicamentos necesarios para tratar a los pacientes en estado más grave.
En la línea de intentar acceder al máximo de vacunas posible, el canciller valoró de forma positiva las declaraciones de la nueva directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la necesidad de un "consenso amplio" que garantice el acceso a vacunas, con más producción y mejor distribución.
No obstante, no avanzó en si cambiará la postura de Brasil respecto de la propuesta para suspender las patentes de las vacunas que presentaron India y Sudáfrica en esta organización, propuesta rechazada por el anterior jefe de la diplomacia.
El país comenzó a vacunar a principios de enero, varias semanas después que Estados Unidos, gran parte de los países europeos e incluso que Argentina y Chile.
A falta de orientaciones claras del Gobierno de Bolsonaro, los estados y ciudades se vieron librados a su suerte, enfrentando muchos contratiempos, fraudes e incluso la suspensión de la vacunación como ocurrió en Rio de Janeiro o Salvador, a falta de dosis.
Hasta la fecha, 20 millones (9,8% de la población) de personas recibieron la primera dosis y 5,8 millones (2,7% de la población), la segunda.