El Litoral
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Télam
Gobiernos de diversas partes del mundo comenzaron a expresar sus posiciones sobre los “ataques de precisión” lanzados anoche contra Siria por Estados Unidos, Francia y Reino Unido en represalia por el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno del presidente Bashar Al Assad.
China rechazó el ataque conjunto al considerar que es contrario a la Carta de Naciones Unidas, viola el derecho internacional y complica la búsqueda de una solución al conflicto.
"Cualquier acción militar unilateral que eluda al Consejo de Seguridad es contraria a los propósitos y principios de la Carta de la ONU y viola los principios y normas básicas del derecho internacional", indicaron en un comunicado emitido por una portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying.
Rusia, por su parte, confirmó que no usó sus defensas en el ataque de Estados Unidos.
"Nuestros sistemas antiaéreos no fueron usados. Ningún misil (aliado) entró en la zona" defendida por Rusia, dijo en una rueda de prensa el jefe de operaciones del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskoi.
Sin embargo, las defensas rusas desplegadas en la base aérea Jmeimim y en el puerto de Tartus, en la provincia siria de Latakia, "fueron puestas en alerta de combate", mientras que "cazas rusos sobrevolaban" la zona, precisó el general.
Holanda tildó de "proporcional" y "correcto" el ataque de EEUU a través de una declaración de su primer ministro, Mark Rutte, según la agencia EFE.
"El gobierno holandés considera probable que se hayan usado armas químicas y que el régimen sirio sea responsable. La comunidad internacional no puede aceptarlo y, por lo tanto, entendemos la reacción de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que es proporcionada y correcta dadas las circunstancias", dijo en un comunicado.
Rutte también lamentó que Rusia haya utilizado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que Holanda forma parte actualmente, para impedir cualquier investigación sobre uso de armas Químicas por parte del presidente sirio Bashar Al Asad.
Italia, a través de su presidente, Paolo Gentiloni, afirmó que el bombardeo debe "quedar circunscrito" y aseguró que ningún avión despegó de las bases militares en territorio italiano.
"Lo que ha sucedido tiene que quedar circunscrito y puede servir como señal de alarma y de estímulo para poner en el centro el proceso de dialogo", agregó.
Para Gentiloni, la comunidad internacional no se puede "resignar, ni tolerar" el uso de las armas químicas y se debe hacer todo lo posible para "prevenir e impedir su utilización", concluyó.
Egipto, por su parte, expresó su "gran preocupación" por las consecuencias de "la escalada militar en Siria" tras la acción conjunta de esta madrugada de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
La cancillería egipcia afirmó que teme "las consecuencias por la seguridad del pueblo sirio y la amenaza a los entendimientos alcanzados en la determinación de las zonas de distensión" en el país árabe, rechazó el uso de "armas prohibidas internacionalmente" y pidió una investigación "transparente".
El primer ministro belga, Charles Michel, dijo "comprender" la acción militar conjunta de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra instalaciones de armas químicas en Siria.
"Bélgica condena firmemente el uso de armas químicas en Siria y comprendemos la acción conjunta de Estados Unidos, Francia y Reino Unido", dijo Michel en un mensaje publicado en Twitter.
"Ahora debemos centrarnos en la negociación política para evitar una escalada", agregó.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido lanzaron anoche un ataque militar conjunto contra Siria en represalia por el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad contra civiles y para disuadirlo de que vuelva a hacerlo, anunció ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Trump dijo desde Washington, en un discurso televisado a la nación, que ordenó "ataques de precisión" contra objetivos en Siria asociados con el programa de armas químicas, en coordinación con el Reino Unido y Francia.
Los ataques fueron ordenados en represalia por el supuesto ataque con armas químicas del gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad contra la ciudad siria de Duma, en la periferia de la capital Damasco que -según Trump- fue "una escalada significativa" en el prolongado conflicto sirio, que el mes pasado entró en su octavo año.