Andrés de York se niega a dejar su casa por temor a que Carlos III le impida volver
El príncipe Andrés dejó de ser miembro activo de la familia real británica tras salir a la luz su conexión con el difunto pedófilo convicto Jeffrey Epstein. En enero de 2022, la reina Isabel II le retiró sus honores militares y sus patrocinios reales y, según la prensa inglesa, sus actuales ingresos no le permiten hacerse cargo de los costos del lugar.
Andrés de York se niega a dejar su casa por temor a que Carlos III le impida volver
Martes 13.6.2023
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Última actualización 0:31
Al parecer, el príncipe Andrés se niega a abandonar temporalmente el Royal Lodge por temor a que se le niegue el acceso a su regreso, según ha informado el Daily Mail. En el Royal Lodge se están llevando a cabo obras de reforma, entre otras la renovación del tejado, pero el duque de York se resiste a abandonar la casa porque teme no poder volver a entrar.
"La renovación del tejado está prevista para finales de verano y durará varios meses. Permanecer en la casa durante las obras podría ser un problema, pero se resiste a marcharse", contaba una fuente al Mail. Según esa misma fuente, la situación se ha convertido en una 'farsa’ y, aunque tendría sentido que el príncipe Andrés se mudara temporalmente a la más modesta Frogmore Cottage, que los duques de Sussex abandonaron recientemente, teme ser desalojado de forma permanente si abandona el Royal Lodge, aunque fuera temporalmente.
Royal Lodge es el hogar del príncipe Andrés desde 2003, cuando supuestamente firmó un contrato de arrendamiento de 75 años por la propiedad. Desde entonces, se ha gastado unos 8,5 millones de libras en renovar la propiedad, que alquila por 290 libras a la semana. Actualmente, vive allí con su exesposa, la duquesa de York, a pesar de que la pareja se divorció en 1996.
En los últimos meses han circulado rumores de que el rey Carlos III podría pedir a su hermano que desaloje la casa de 30 habitaciones, como parte de los planes para reducir la monarquía. A principios de año, The Times afirmaba que Andrés había "contado a sus amigos" que era posible que tuviera que abandonar el Royal Lodge en septiembre (aunque el plazo no parece muy realista).
Sin embargo, en mayo, el Daily Mail afirmaba que el rey no iba a obligar a su hermano a abandonar la propiedad, ya que podría suponer un coste para las finanzas de la corona británica si tuvieran que indemnizarle por rescindir anticipadamente su contrato de arriendamiento de 75 años. También afirmaba que el monarca ayuda al duque de York en el desarrollo de su vida diaria, desde permitir que se envíen comidas ocasionales a la mansión desde las cocinas del castillo de Windsor (una práctica que, al parecer, comenzó bajo el reinado de la difunta Isabel II), hasta que el personal del castillo ayude a Andrew con su jardín y las reparaciones domésticas.
Anteriormente, algunos periódicos especulaban con que el rey Carlos III planeaba recortar la ayuda económica del príncipe Andrés, que al parecer ascendía a unos 290.000 euros al año durante el reinado de su madre, la reina Isabel II. El recorte de su asignación le haría difícil seguir viviendo en la mansión, que tiene un valor estimado de 35 millones de euros si se pone a la venta en el mercado libre. Una fuente declaró al MailOnline: “No le están echando explícitamente, pero se espera que no pueda permitirse hacerse cargo del mantenimiento. El Royal Lodge tiene piscina, 40 hectáreas de terreno y necesita algunas reparaciones”. La mansión, situada a 5 kilómetros del castillo de Windsor, fue la residencia de la reina madre hasta 2002.
Según The Times, el príncipe Andrés pasa la mayor parte de su tiempo en el Royal Lodge montando a caballo o "viendo mucha televisión". El periódico añade que "ve a sus nietos, pero parece que no tiene muchos amigos". Él y su exesposa, Sarah Ferguson, fueron abuelos de nuevo a principios de este mes cuando su hija la princesa Eugenia dio a luz a su segundo hijo, Ernest George Ronnie Brooksbank.
El príncipe Andrés dejó de ser miembro activo de la familia real en 2021, tras una entrevista bomba con Emily Maitlis en el programa Newsnight de la BBC, en el que le preguntaron sobre su conexión con el difunto pedófilo convicto Jeffrey Epstein. En enero de 2022, la reina Isabel II le retiró sus honores militares y sus patrocinios reales. El duque ha negado en todo momento haber cometido delito alguno.