El Príncipe Enrique, hijo menor del Rey Carlos III, asistió este sábado a la coronación de su padre en la Abadía de Westminster, aunque tuvo que conformarse con un asiento en tercera fila, detrás de otros miembros de la familia real.
El hijo del rey dijo presente a la ceremonia pero sin su familia.
El Príncipe Enrique, hijo menor del Rey Carlos III, asistió este sábado a la coronación de su padre en la Abadía de Westminster, aunque tuvo que conformarse con un asiento en tercera fila, detrás de otros miembros de la familia real.
Hasta principios de abril no estaba claro si Enrique, que ahora vive en California, asistiría a la histórica ocasión tras un desencuentro con su familia.
En su libro "Spare", publicado en enero, critica a su padre, a su madrastra, la Reina Camilla, y a su hermano, el príncipe Guillermo.
Enrique, de 38 años, saludó con la cabeza a los fieles mientras se unía a los jefes de Estado, dignatarios y representantes de las artes, el Ejército, las organizaciones benéficas y el deporte en el interior de la Abadía.
Pero no tuvo ningún papel oficial y se sentó en la tercera fila, detrás de los miembros de la familia real en activo, junto a su tío el Príncipe Andrés, que se vio obligado a abandonar sus funciones reales por su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, un delincuente sexual convicto.
Enrique, duque de Sussex, dijo el mes pasado que asistiría sin su esposa Meghan Markle y sus dos hijos pequeños, que permanecieron en Estados Unidos. Su hijo mayor, Archie, celebraba el sábado su cuarto cumpleaños.
Enrique fue en su momento uno de los miembros más populares de la familia real y su boda con Meghan, una actriz estadounidense, en el castillo de Windsor en mayo de 2018 fue un gran asunto que atrajo a multitudes entusiastas.
Pero su decisión de abandonar los deberes reales y la ruptura con su familia han dividido a la opinión pública.