Wim van Dijk, un psicólogo de los Países Bajos (Holanda) de 78 años, reveló que administró "polvo para el suicidio" a más de 100 personas, hecho que quedó al descubierto en un intento de provocar un debate sobre las leyes locales relativas a la muerte asistida.
Wim van Dijk afirmó, además, que no está preocupado por la perspectiva de terminar en prisión, reportó un cable de la agencia ANSA.
"Soy consciente de las consecuencias de mi historia. No me interesa", dijo al diario De Volkskrant.
"Quiero que los desórdenes sociales se vuelvan tan grandes que la magistratura no pueda ignorarlos. No me interesa realmente si me arrestan o me ponen en prisión. Quiero que pase algo", afirmó.
En Países Bajos, el derecho al suicidio asistido fue introducido por ley en 2002, pero solo bajo ciertas condiciones, bajo estrecho control médico y para enfermos terminales, o afligidos por dolores insoportables.
Van Dijk integra la Cooperativa Last Will (Ultima Voluntad), que lucha por una legislación más liberal, y reveló haber sugerido a personas que participaban en las reuniones de la organización que permanecieran tras la partida del moderador, de modo de poder venderles el producto por 50 euros.
Ya en julio un hombre que integraba la cooperativa fue detenido bajo la acusación de haber vendido "píldoras para el suicidio" a cientos de personas.