El Litoral
El Litoral
DPA
Un día después de dejar en suspenso la declaración de independencia de Cataluña, el jefe del Gobierno de la región, Carles Puigdemont, insistió en iniciar con Madrid un diálogo "sin condiciones previas" que el Ejecutivo español rechazó.
"Quizás, lo que podría ayudar a hablar es que dos representantes del Gobierno español y dos representantes del Gobierno catalán se sienten con un único y simple punto, estar de acuerdo en nombrar a un mediador", dijo Puigdemont en declaraciones al canal CNN.
"Estamos en el punto donde lo más importante es que no haya condiciones previas para sentarse y hablar, aceptar que tenemos que hablar, que necesitamos hablar en las condiciones correctas", añadió.
El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, destacó en el Congreso de los Diputados que solo está dispuesto a dialogar con el Gobierno catalán dentro de la ley y dejó "en manos" de Puigdemont la vuelta a "la legalidad".
"No hay mediación posible entre la ley democrática y la desobediencia y la ilegalidad", dijo en un mensaje directo al líder catalán. "Soy un firme partidario del diálogo, pero debo advertir que no es posible aceptar la imposición unilateral de puntos de vista que no puede aceptar una de las partes", añadió en sesión parlamentaria.
El martes, Puigdemont declaró la independencia unilateral y la suspendió de inmediato para pedir diálogo y una mediación internacional que ayude a superar la crisis abierta con España, causando desconcierto entre la sociedad y entre los secesionistas.
"Intenté mandar un mensaje de calma y recordar a la gente que estamos ante un problema político que debe solucionarse con política y no con la Policía", dijo hoy en la entrevista al canal de televisión estadounidense. "La relación entre Cataluña y España no funciona y la mayoría de los catalanes quieren un Estado independiente", añadió.
El Gobierno español dio hoy el primer paso para activar el artículo 155 de la Constitución española, un mecanismo inédito en la democracia española que permite al Gobierno español tomar medidas para obligar a una región a cumplir con sus obligaciones.
Puigdemont consideró que la aplicación de este artículo de la Carta Magna supondría un error, así como su detención. "Mi arresto sería un error injustificado, este no es el momento de mandar a prisión a la gente con la que tienes discrepancias políticas", destacó.