¿Qué quiere Elon Musk?: 44 mil millones de dólares por una empresa que no es rentable
El hombre que promueve el turismo espacial y quiere llegar a marte, propone “liberar” Twitter. Un consultor santafesino analiza lo que ha sido la red social hasta aquí, y lo que el “quijotesco” multimillonario podría hacer. El impacto en la Argentina.
¿Qué quiere Elon Musk?: 44 mil millones de dólares por una empresa que no es rentable
Lo primero que aclaró Leandro Fridman ante la consulta de El Litoral, es que si Twitter es una red social masiva (345 millones de usuarios en el mundo) afuera del país, "en la Argentina la usan fundamentalmente periodistas y políticos". Sin embargo apunta que Donald Trump o Barack Obama ganaron elecciones usándola.
Lo segundo que destaca es el uso de "bots" (apócope de robots) programas automatizados informáticos que efectúan automáticamente tareas reiterativas en Internet, con capacidad de interacción, que permiten captar atenciones masivas y movilizar a los usuarios con cierto sesgo o intención. "Musk promete cortar eso, pero todavía no hay nada".
Fridman es Licenciado en Comunicación Social con mención en Comunicación y Procesos Culturales (Uner), Máster en Consultoría en Integración de Tecnologías de la Información en Organismos (Universidad Politécnica de Valencia, España) y Diplomado en Comunicación Política (Fundación Konrad Adenauer).
El consultor entiende que el objetivo -en principio- de "hombre más rico del mundo" (posee activos por unos US$ 220 mil millones) es "salir a competir con Google, Meta, Apple.. quiere tener con Tesla (Musk posee 20% de las acciones de la fábrica de autos eléctricos) su propia pata ahí".
Pero el norteamericano nacido en sudáfrica propone "liberar" o "democratizar" el uso de la red. Musk tiene 51 años, sueña con colonizar marte y es el dueño de Space X, la empresa que hace turismo al espacio y que pone en órbita su propia red de satélites de comunicación con acceso, por ejemplo, a internet.
El negocio
"El negocio -dice Fridman- no es la plataforma en sí. Twitter no es rentable, el negocio son los datos que genera. Hay un valor agregado de las redes sociales que es el big data: qué hace cada usuario, cómo y dónde lo hace. Con la potencia tecnológica de Musk para mandar al espacio un cohete y poner satélites, no sé hasta dónde puede explotar los datos alguien que esté enfocado en hacerlo".
Su compra "hostil" de acciones de Twitter es "complemento de no se sabe cuál estrategia… no lo terminamos de saber. El manejo de datos no sólo es lo que pasó sino que es altamente predictivo. Permite comprender un tema y predecir; es un capital muy importante", señaló el consultor santafesino.
Consultado sobre el "destierro" de Donald Trump (la red le canceló su cuenta), el mundo de "hackers" rusos, la guerra híbrida mundial entre autócratas y democracias liberales y el rol del excéntrico multimillonario, Fridman preguntó: "…¿qué tiene en mente Elon Musk? Se presenta como un Quijote. Pero el modelo de muchos socios accionistas no garantiza algo republicano", aclaró.
Al preguntársele si eliminar bots y algoritmos mejora o democratiza el clima liberal de la red, expuso que en Twitter -como en otras redes- "hay una parte tecnológica y otra de conductas individuales. El que mira TN ó C5N lo hace porque es lo que quiere ver y escuchar. La burbuja informativa se puede debilitar sin bots. Pero hay un punto que es una elección particular.
"Respecto del algoritmo (el dispositivo que sesga lo que la pantalla ofrece según los intereses del usuario), no se trata de eliminarlo sino de abrir el código, dejar a la vista cómo funciona. Las plataformas jerarquizan contenido en función del propio perfil. Eso termina reforzando la burbuja informativa.
La publicidad
Facebook tiene 2 mil millones de usuarios, Instagram 1300 millones y TikTok 750 millones. Twitter tiene “apenas” 345 millones. “Hasta ahora -dice Fridman- era una de las más fuertes porque se sostiene en el tiempo, pero no de las más grandes. Lo que nunca tuvo fue un modelo de negocios exitosos.
“Todas las redes sociales son básicamente agencias de publicidad, el negocio es vender publicidad, por eso necesitan una masa crítica de usuarios para ser más atractivo para que los auspiciantes puedan pautar… nunca lograron hacer que los auspiciantes pauten al nivel que necesitan”.
El pajarito y el poder
Así como Trump y Obama, Macri fue el primer usuario intensivo de redes en una campaña en la Argentina. Hoy las plataformas están habitadas por “troles” (usuarios de falsa identidad que fogonean contenidos intencionales) que condicionan debates públicos.
¿Qué puede cambiar o no con este nuevo dueño de Twitter?”, le preguntó El Litoral a Fridman. El especialista apuntó que “tenemos acotado el uso de la red a periodistas y políticos. En twitter no vamos a notar absolutamente nada porque es un porcentaje muy pequeño de la población quien consume de manera constante. Twitter, en el país, está muy polarizado. En la estrategia de comunicación se piensa para que rebote en los medios masivos”.
Al apuntársele que de tal manera es un intermediario de medios que amplifican agendas determinadas, apuntó que “incluso esas roscas vienen con arrobas (se conoce quién dice qué). Eso no va a cambiar”.
“Pero si abren el algoritmo -añadió- puede ser que se empiecen a ver cosas que antes no se veían, incluso contra tu voluntad, porque cambia el modo de lo que muestra o no”.
¿Puede el Quijote ser un déspota?
“Sí, Puede pasar”, dijo Fridman cuando El Litoral le preguntó si un dueño único de la red puede tentarse a concentrar poder. “Pero entramos -advirtió- en un modelo de industria en las que las autocracias son contraproducentes, porque se basan en la confianza.
“La tecnología blockchain -señaló- descentraliza el poder de la información en la cadena de usuarios, que es lo contrario a concentrar. En el código abierto no hay manera de que alguien pueda tener el control, como sí lo hay hoy”