El régimen talibán censuró a Shakira en las radios de Kabul
Tampoco se puede emitir música pop ni americana, de ningún género. La programación debe orientarse a la educación y las mujeres deben manener distancia de los varones, incluso en las conversaciones telefónicas.
El régimen talibán censuró a Shakira en las radios de Kabul
Jueves 11.8.2022
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Última actualización 18:48
“Nos enfrentamos a un futuro incierto en Afganistán”, dice Sahar Maqsoodi, de 19 años, reportera. “Me moría de ganas de trabajar en medios de comunicación. No tenía ningún conocimiento previo, lo he aprendido todo aquí”, reconoce. Presenta el programa matutino, ejerce de maestra en el espacio educativo de la radio y a veces sale a producir pequeños reportajes sobre mujeres para publicarlos en las redes sociales.
Maqsoodi forma parte de la generación de jóvenes que nació en el Afganistán postalibán, después de 2001. Tiene juventud y las ideas claras. “Queremos cambiar la mentalidad de la gente. Muchas personas no tienen acceso a internet ni a la televisión, especialmente en las provincias. Así que para las más pobres la radio es la opción más barata para aprender y adquirir conocimientos”, explica la joven.
Las trabajadoras de la radio sostienen que el cambio de régimen no les ha afectado mucho, ya que se consideran una plataforma educativa y así se lo hicieron saber al nuevo Gobierno. “Les dijimos lo mismo que te estoy diciendo ahora, que el objetivo de este equipo de mujeres es educar a otras mujeres. Que no somos una herramienta política ni queremos levantar ninguna discusión política”, declara Maqsoodi.
Sorprendentemente, los talibanes aceptaron que siguieran funcionando, al menos hasta ahora. Pero pusieron algunas condiciones. “Hemos tenido que ajustar los programas y, por supuesto, la música. Ya no emitimos canciones americanas, o pop, o Shakira o cantantes de este estilo”, reconoce Hamida Aman, de 47 años, fundadora y directora de Radio Begum.
“En la parte del entretenimiento, también hemos tenido que bajar el tono. Normalmente, en los programas de la mañana o hacia la noche, los oyentes nos llamaban para hacer algunas bromas, o pedían canciones para dedicar a sus amigos o familiares. O teníamos conversaciones y nos reíamos, solo para relajarnos durante un rato. Ya no podemos hacerlo más porque los talibanes no quieren que las mujeres interactúen demasiado con los hombres, incluso por teléfono, de un modo informal. Tiene que ser más distante”, explica.