Una impactante imagen se vio en los últimos días en el volcán Acatenango, de Guatemala, y rápidamente se viralizó en redes sociales. Un rayo cayó cerca del cráter y generó un efecto visual imponente.
Si bien la última erupción del Acatenango fue en diciembre de 1972 y se encuentra inactivo, las partículas que emite, así como las del Volcán de Fuego, al que se encuentra unido y erupcionó a principios de mayo, colaboraron para el efecto visual.
Una impactante imagen se vio en los últimos días en el volcán Acatenango, de Guatemala, y rápidamente se viralizó en redes sociales. Un rayo cayó cerca del cráter y generó un efecto visual imponente.
Si bien la última erupción del Acatenango fue en diciembre de 1972 y se encuentra inactivo, las partículas que emite, así como las del Volcán de Fuego, al que se encuentra unido y erupcionó a principios de mayo, colaboraron para el fenómeno óptico.
El jueves 4 de mayo, las autoridades guatemaltecas evacuaron a más de 1.000 personas y cerraron una carretera cuando el Volcán de Fuego, el más activo de Centroamérica, entró en erupción, arrojando espesas nubes de ceniza sobre granjas y pueblos no muy lejos de la ciudad capital.
El centro de desastres Conred de Guatemala informó que estaba enviando "flujos piroclásticos", una mezcla de alta temperatura de gas, cenizas y fragmentos de roca "que descienden con gran velocidad por los flancos del complejo volcánico" y la columna de ceniza expulsada alcanzó unos 19.000 pies sobre el nivel del mar.
Según le explicó el doctor Paris Rivera, del Servicio Meteorológico de Guatemala (SMG) de la universidad Mariano Gálvez, al medio local Prensa Libre, todo comienza cuando las partículas del material volcánico en su movimiento van generando corrientes estáticas, pero también depende de otras condiciones atmosféricas. Los “rayos de volcán” son un fenómeno que se observa durante las erupciones y coinciden con días de tormentas.
Además de la fricción de las cenizas y los piroclastos que expulsa el volcán, según el SMG, influyen las condiciones propicias como la humedad, partículas hielo y las nubes sobre el volcán. La mezcla de ambos componentes son las que provocan la liberación de iones; es decir, las partículas cargadas eléctricamente.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), debido a la fricción de las nubes de material que emanan del volcán, se transfiere la carga eléctrica y se producen los relámpagos.
“Estos suelen suceder más a menudo durante grandes erupciones”, indicó la institución.