Lunes 12.8.2024
/Última actualización 4:13
Las tropas ucranianas que hace una semana irrumpieron en la región rusa de Kursk , fronteriza con Ucrania, controlan un total de 28 localidades de esa entidad federada, afirmó este lunes su gobernador en funciones, Alexei Smirnov, en una reunión telemática de la que tomaron parte el presidente ruso Vladímir Putin y otras autoridades del país. "Actualmente la situación en la región es compleja. A día de hoy hay 28 localidades bajo el control del enemigo, la profundidad de penetración en el territorio de la región de Kursk es de 12 kilómetros y el ancho es de 40 kilómetros", dijo Smirnov en el encuentro transmitido por la televisión estatal.
El gobernador indicó que en esas 28 localidades viven unas 2.000 personas, y añadió que se desconoce "la suerte que han corrido". "Tenemos 12 civiles muertos y 121 heridos, entre ellos, 10 niños", aseguró Smirnov en la reunión presidida por Putin y en la que participaron los máximos responsables de Defensa y Seguridad, y los gobernadores las regiones de Briansk y Bélgorod, vecinas de la de Kursk.
El gobernador informó que, hasta el momento, han sido evacuadas unas 12.000 personas de las zonas de la región fronteriza con Ucrania, y se espera la evacuación de otras 60.000. "El problema es que no hay una línea clara del frente, no hay comprensión de dónde se encuentran las unidades de combate (de las Fuerzas Armadas de Ucrania)", dijo Smirnov, que insistió en que "es muy importante saber dónde se encuentra el enemigo".
Evacuación masiva de la zona fronteriza
Rusia ordenó este lunes más evacuaciones en la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, mientras intenta contener una ofensiva sin precedentes lanzada por las tropas de Kiev en su territorio. Ucrania lanzó la semana pasada una sorpresiva operación a gran escala en la región rusa de Kursk, dos años y medio después del inicio de la invasión de Ucrania y tras meses de repliegue ante las fuerzas de Moscú en el frente oriental. Esta ofensiva, que ha hecho huir a decenas de miles de personas, es el ataque más importante de un ejército extranjero en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
La operación busca "desestabilizar" a Moscú y dispersar a las fuerzas implicadas en la invasión de Ucrania, declaró el domingo un alto cargo de seguridad ucraniano. La ofensiva pareció tomar desprevenido al Ejército ruso, que el domingo reconoció que Ucrania penetró profundamente en su territorio al informar que había impedido "intentos de avance" en Tolpino, Juravli y Obshchi Kolodez, tres localidades situadas a unos 30 kilómetros de la frontera con la exrepública soviética.
Los avances fueron frenados por bombardeos aéreos, drones y artillería, así como con el envío de contingentes del agrupamiento "norte", desplegado en la región ucraniana de Járkov, según la misma fuente. "El objetivo es estirar las posiciones del enemigo, infligir el máximo de pérdidas, desestabilizar la situación en Rusia, porque son incapaces de proteger sus propias fronteras", indicó el alto funcionario de seguridad ucraniano el sábado, bajo condición de anonimato. El funcionario aseguró que "miles" de soldados ucranianos participan en la operación.
Ahora China pide una "desescalada"
Ante el avance de las fuerzas ucranianas en la región fronteriza rusa de Kursk, el gobierno de China, aliado del Kremlin, pidió "a todas las partes" involucradas en el conflicto Rusia-Ucrania que "enfríen la situación". Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino reclamó a todas las partes implicadas a seguir "tres principios" para no agravar la situación: 1) No ampliar el campo de batalla; 2) No intensificar los combates; 3) No "avivar el fuego" del enfrentamiento. "China continuará manteniendo la comunicación con la comunidad internacional y desempeñando un papel constructivo para promover una solución política al conflicto", agregó el portavoz.
Ante esta "novedosa" actitud pacificadora de Beijing, no son pocos los analistas que recuerdan que China jamás había pedido una "desescalada" mientras el ataque sostenido era el del Ejército ruso sobre territorio ucraniano. Ahora lo hace, que Rusia combate por sexto día consecutivo a las fuerzas de Kiev que entraron el martes en la región de Kursk, provocando el éxodo masivo de los rusos desde localidades fronterizas.
Según datos del domingo, al menos 84.000 personas abandonaron estos días las localidades próximas a la frontera con Ucrania en Kursk. China se presenta como parte neutral en la guerra entre Rusia y Ucrania, mientras se esfuerza en demostrar "que no está enviando ayuda letal a ninguno de los bandos", a diferencia de Estados Unidos y otras naciones occidentales. Sin embargo el apoyo incondicional del presidente chino Xi Jinping a su par ruso Putin es público y hasta concreto, puesto que China es un aliado político y económico de Rusia, con quien dice mantener solo "una relación comercial normal", en las que ha intensificado sus intercambios en los dos últimos años.
Obviamente, los miembros de la OTAN, por su parte, acusan a Beijing de "facilitador decisivo" de la guerra a favor del Kremlin, puesto que jamás condenó la invasión del 24 de febrero de 2022 . Desde la llamada "Operación Especial" de Rusia en Ucrania, China ha asumido una posición ambigua, desde la cual ha pedido respeto para la integridad territorial de todos los países -incluido Ucrania- y respeto para las "legítimas preocupaciones de seguridad" de todas las partes, en referencia a Rusia.
"El enemigo recibirá una respuesta merecida"
El ataque de Ucrania contra la frontera rusa recibirá la "respuesta merecida" y la principal tarea del ejército ruso será expulsar a las fuerzas ucranianas de los territorios rusos, indicó el presidente ruso Vladimir Putin. "El enemigo sin duda recibirá la respuesta merecida y todos los objetivos a los que nos enfrentamos serán alcanzados sin duda", dijo el líder ruso en una reunión operativa por videoconferencia sobre la situación en las regiones fronterizas.
Putin señaló que es lógico que el ejército ucraniano siga intentando desestabilizar la situación en la zona fronteriza a fin de desestabilizar la situación política interna en Rusia. El presidente pidió al Servicio Federal de Seguridad de Rusia, junto con la Guardia Nacional, garantizar el régimen de operación de combate al terrorismo y combatir con eficacia el sabotaje y grupos de reconocimiento ucranianos en las regiones fronterizas.
La situación "es muy tensa" y "alarmante"
Las autoridades del distrito Belovski, de la región rusa de Kursk, instaron este lunes a la población a trasladarse a zonas más seguras, cuando se cumplen siete días de la incursión de las tropas ucranianas en esa entidad de la Federación de Rusia. "La situación es muy tensa. Habrá autobuses para quienes puedan llegar por sí solos al punto de recogida en el pueblo de Dolguie Budi, en el ayuntamiento o en el asentamiento de Bushmeno, en el distrito de Obianski", escribió en su canal de Telegram el jefe de la administración distrital, Nikolai Balobuyev.
Pidió "encarecidamente" a todos los habitantes que abandonen el territorio del distrito. El llamamiento de Balobuyev se produce al día siguiente de que el gobernador de la región de Kursk, Alexéi Smirnov, informara de que la situación se había estabilizado después de que el pasado sábado se hubiese detectado la presencia de un grupo de sabotaje ucraniano en el distrito Belovski.
El gobernador de la región de Belgorod, Viacheslav Gladkov, anunció, también hoy, el comienzo de la evacuación de la población del distrito Krasnoyaruzhski, limítrofe con Ucrania y colindante con la región de Kursk. "Tenemos una mañana alarmante, con actividad enemiga en la frontera de la región de Krasnoyaruzhski. Para proteger la vida y la salud de nuestra población, estamos empezando a trasladar a lugares más seguros a las personas que viven en el distrito de Krasnoyaruzhski", escribió por la mañana Gladkov en Telegram.
Más tarde, el jefe de la administración local, Andréi Miskov, anunció que 11.000 personas ya han sido evacuadas del distrito fronterizo ruso de Krasnoyaruzhski. "Hemos llevado a cabo el traslado de los habitantes del distrito de Krasnoyaruzhski de forma centralizada. De los 11.500 habitantes que permanecían en la zona antes, 11.000 han salido de ella", escribió la máxima autoridad del distrito. Agregó que unas 500 personas, incluidos los empleados de la administración, "permanecen en sus puestos de trabajo".