Luego de 70 años, finalizó el reinado de Isabel II en el Reino Unido tras fallecer este jueves 8 de septiembre a los 96 años.
El denominado “London Bridge” fue confeccionado hace décadas y contó con la colaboración de la propia monarca. Qué sucederá.
Luego de 70 años, finalizó el reinado de Isabel II en el Reino Unido tras fallecer este jueves 8 de septiembre a los 96 años.
Sumado al impacto mundial que genera esta noticia, se desatan una serie de interrogantes sobre lo que sucederá luego de un cambio rotundo para la familia real británica y parte de la política mundial.
El primero de los cuestionamientos nace sobre lo que sucederá de manera oficial en la corona británica. Para este tipo de ocasiones, se confeccionó el protocolo “Puente de Londres”, nombrado en honor al famoso London Bridge que cruza el río Támesis, entre la Square Mile y Southwark de la ciudad homónima.
Este plan fue diseñado con la estricta aprobación de la Reina y posee una serie de acciones a seguir en caso de que se dé la trágica noticia. Una de las particularidades es que cada detalle pasó por su estricta aprobación.
Algunos de los puntos se realizan en los momentos previos a que la prensa y toda la comunidad sepa oficialmente de la noticia, luego de los intercambios de mensajes entre miembros del gobierno y la familia real.
Paso por paso del London Bridge
Una vez que el médico oficial de Isabell II confirme su muerte, el secretario privado de la monarca se pondrá en contacto con quien sea el primer ministro británico.
Con la sencilla frase “London Bridge is down” -”El Puente de Londres se cayó”- se correrá la noticia entre los funcionarios más importantes a través de llamadas y mensajes encriptados. También se les notificará a los gobiernos fuera de Londres donde la reina es jefa de Estado y a las naciones de la Commonwealth. Se llama así a una organización compuesta por 54 países soberanos independientes y semi independientes que, con la excepción de Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido.
No hay ninguna duda de que la noticia tendrá una repercusión desmesurada. Por lo cual, tras informar a los mandatarios, se correrá el mensaje entre la prensa mundial. Se pedirá que antes de dar el mensaje en radio, se transmita una música “serena” para evitar un shock.
Por supuesto, no podrán faltar algunos signos utilizados ante la muerte de un miembro de la casa real. En el Palacio de Buckingham -una de las residencias emblemáticas de la corona-, se colocarán insignias negras para mostrar respeto. Además de un aviso de la muerte en la puerta de acceso. Un lacayo vestido de luto colocará este aviso con un marco negro. En el caso de nacimientos, suele usarse un cartel con marco dorado. Los funcionarios, por su parte, deberán usar brazaletes negros en su brazo izquierdo.
Este punto depende del día en el cual que muera la reina y del ritmo de las actividades de cada rubro. Pero varias empresas no abrirían, en una clara señal de duelo nacional.
Si llegara a morir fuera del Reino Unido, un avión de British Aerospace 146 del escuadrón No 32 de la Royal Flight despegará de Northolt, en el extremo occidental de Londres, con un ataúd a bordo.
Independientemente del lugar de su muerte, el cuerpo de Isabel II deberá regresar al salón del trono del Palacio de Buckingham. Su cuerpo debe ser trasladado a la sala del trono en el Palacio de Buckingham. Donde la esperará un altar, un estandarte real y cuatro Granaderos de la Guardia. Ahí permanecerá cuatro días.
Al cuarto día de su fallecimiento, será llevado el cuerpo al Westminster Hall -el edificio que alberga las dos cámaras del Parlamento del Reino Unido. Este traslado será acompañado por un gran desfile militar donde millas de personas podrán ver su ataúd pasar. Allí descansará por otros cuatro días.
A los 9 días de su muerte, será enterrada. La ceremonia será en la abadía de Westminster. Ese día se espera que varios negocios no operen para que todos puedan ver el funeral. El Mercado de Valores no abrirá y el Big Ben sonará a las 9 de la mañana.
La corona del príncipe Carlos debe esperar un tiempo de duelo. El se convertiría en rey a las 11 de la mañana del día siguiente de la muerte de su madre. Pero el acto protocolar de coronación no será inmediato, porque deberá guardarse un tiempo de luto. Un dato para tener en cuenta: la reina Isabel se convirtió en reina en febrero de 1952, pero no fue coronada hasta junio de 1953 por respeto a su padre.