Los diputados conservadores británicos comenzaron a votar el lunes para decidir si destituyen al primer ministro Boris Johnson, debilitado por el escándalo de las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos, constató un periodista de la AFP.
La votación, que comenzó a las 18h00 locales (17h00 GMT) debe durar dos horas y el resultado se espera hacia las 21h00 (20h00 GMT). Para seguir en el cargo, Johnson necesita el apoyo de la mitad más uno de los diputados que voten, que pueden ser menos de los 359 existentes.
El presidente del llamado Comité 1922 (que agrupa a los diputados conservadores sin cartera), Graham Brady, confirmó que un número suficiente de parlamentarios han solicitado la votación.
Johnson, considera que la votación de censura interna a la que será sometido este lunes supone “una oportunidad para poner fin a meses de conjeturas” sobre su futuro político, informó una portavoz de la residencia oficial del número 10 de Downing Street.
“Esta noche es una oportunidad para poner fin a meses de conjeturas y permitir que el Gobierno trace una línea y siga adelante, cumpliendo con las prioridades de la gente”, indicó la portavoz.
“El primer ministro agradece la oportunidad de defenderse ante los parlamentarios y les recordará que cuando están unidos y centrados en los temas que importan a los votantes, no existe una fuerza política más formidable (el Partido Conservador)”, agregó.
La votación ha sido confirmada después de días de conjeturas sobre el futuro de Johnson, tras ser criticado por la funcionaria Sue Gray en su investigación sobre las fiestas en la residencia de Downing Street durante la pandemia.
La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, dijo en su cuenta de Twitter que el primer ministro tiene el “cien por cien” de su apoyo” y animó a los compañeros conservadores a respaldar a Johnson.
“Él ha cumplido con la recuperación del covid y ha apoyado a Ucrania ante la agresión rusa. Ha pedido disculpas por los errores y ahora debemos centrarnos en el crecimiento económico”, agregó Truss.
Escándalo de las fiestas
El “partygate”, escándalo de las fiestas organizadas durante el confinamiento, que comenzó hace seis meses, fue atizado por la publicación el 25 de mayo de un informe interno que detalló la magnitud de las infracciones a las leyes anticovid en Downing Street, lanzando nuevos llamados a la dimisión de Johnson.
Su autora, la alta funcionaria Sue Gray, responsabilizó a los “altos cargos implicados” de la celebración de incontables eventos marcados por los excesos de alcohol en dependencias gubernamentales cuando los británicos estaban privados de ver a familiares y amigos.
No nombró a Johnson, quien solo recibió una multa de 50 libras (63 dólares) por haber participado en una fiesta por sus 56 cumpleaños el 19 de junio de 2020 en la sala del consejo de ministros.
En su defensa, el líder conservador aseguró que no se le había “ocurrido” que el breve encuentro “pudiera constituir una infracción de las normas”.
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