Según recogía ayer The Times, la monarca le habría pedido a su nieto que ese día asista al tradicional servicio religioso que se celebra en la abadía de Westminster para rendir homenaje a esa mancomunidad de países. Un ruego que difícilmente podrán rechazar los duques de Sussex si tenemos en cuenta que han elegido como nuevo hogar uno de los territorios de la Commonwealth, Canadá. De hecho, el último compromiso oficial que llevó a cabo Meghan fue una visita a la casa de Canadá de Londres.
Tenés que leerMeghan y Harry no tienen paz ni en CanadáSe espera que la misa por la Commonwealth en la abadía de Westminster sea la última vez que veamos a los duques de Sussex en compañía de los duques de Cambridge, el príncipe de Gales, Camilla y la reina en el contexto de un acto oficial. Antes de zanjar definitivamente su relación con el palacio de Buckingham, no obstante, se prevé además que el príncipe Harry y Meghan participen en una última ronda de actos oficiales en Reino Unido en los que, según informaba ayer el diario The Times, estarán acompañados por su hijo, el pequeño Archie, que para entonces tendrá 10 meses de edad.
Será a partir de entonces cuando los duques de Sussex perderán el derecho a seguir empleando sus títulos. De qué manera continuará su carrera es todavía una incógnita, aunque este fin de semana Harry y Meghan Markle ofrecieron una pista en Miami, donde el matrimonio participó en un encuentro de la empresa financiera JP Morgan. Según han contado algunas personas presentes a los medios, en el acto el príncipe Harry fue presentado por su esposa y dio un discurso sobre cómo había necesitado terapia psicológica para superar la muerte de su madre, la princesa Diana de Gales. Una intervención por la que se especula que los duques de Sussex podrían haber ganado hasta un millón de dólares.