Este año toca celebrar las navidades de una manera diferente. La actual pandemia obliga a tomar medidas extraordinarias con las que evitar que pasadas las fiestas nos enfrentemos a una tercera ola de contagios. Y eso solo lo podremos lograr si reducimos al máximo los contactos, limitamos el número de personas en las reuniones familiares y, por supuesto, evitamos desplazamientos innecesarios. Un sacrificio personal por el bien común del que no se va a librar alguien tan acostumbrada a los privilegios como la reina Isabel II.
Según acaban de confirmar desde Buckingham, la monarca y su marido Felipe de Edimburgo han decidido finalmente predicar con el ejemplo y para ello, por primera vez en décadas, no viajarán a Sandringham para reunirse con el resto de la Familia real durante estas fiestas. En su lugar, la reina y el duque pasarán la Navidad solos en el castillo de Windsor, residencia a la que se trasladaron desde Londres el pasado mes de marzo cuando estalló la crisis sanitaria.
Tenés que leerHarry reconoció que su educación privilegiada no le dejaba ver los prejuicios raciales“Habiendo considerado los consejos apropiados, la reina y el duque han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor”, ha sido el escueto comunicado que han lanzado desde Buckingham para confirmar la noticia.
Pocas palabras que dejan abierta la incógnita de si el resto de la Familia Real se reunirá en estas fechas tan especiales. Algo poco probable teniendo que durante estos meses han sido muy pocos los eventos en los que han coincidido todos bajo el mismo techo. De hecho, lo habitual es que cada unidad familiar haya mantenido intacta su burbuja: por un lado el príncipe Guillermo y Kate Middleton con los pequeños George, Charlotte y Louis; y por otro Carlos de Inglaterra con su mujer Camilla.
Lo que sí está claro es que con este panorama ni Harry ni Meghan Markle viajarán a Inglaterra con su hijo Archie, al que la Familia Real no ve en directo desde hace más de un año ya.