La reina Isabel II instó este miércoles en su mensaje navideño a “dar pequeños pasos” hacia la reconciliación, después de un año que en momentos puede haber parecido “lleno de baches”.
Como es tradicional, la soberana, de 93 años, se dirigió a la nación en un discurso pregrabado emitido por la cadena pública BBC, en el que reflexionó sobre varios aniversarios celebrados este año, como los 50 años de la misión del Apollo 11 a la Luna y 75 de la batalla de Normandía en la Segunda Guerra Mundial.
La reina Isabel II instó este miércoles en su mensaje navideño a “dar pequeños pasos” hacia la reconciliación, después de un año que en momentos puede haber parecido “lleno de baches”.
“Es un recordatorio para todos nosotros (el hecho de) que los grandes saltos, a menudo empiezan con pequeños pasos”, afirmó, en alusión a la frase que pronunció el astronauta norteamericano Neil Armstrong cuando pisó la Luna por primera vez el día 20 de julio de 1969.
En referencia al Día-D, la Reina celebró que el pasado verano “antiguos enemigos se juntaron en conmemoraciones amistosas a ambos lados del Canal de la Mancha, dejando atrás diferencias pasadas”, y subrayó que la reconciliación “no pasa de la noche a la mañana”, sino que requiere “paciencia y tiempo”.
El hincapié en la necesidad de “dar pequeños pasos” para dejar atrás antiguas divisiones se ha interpretado en el Reino Unido como un llamamiento a la unidad del país tras las tensiones causadas por el proceso de salida de la Unión Europea (UE) o Brexit, que se concretará el próximo 31 de enero.
En su discurso, la jefa del Estado británico, que tiene un papel ceremonial, aplaude “la determinación” de la juventud para proteger el planeta del cambio climático y habla de su familia, que se siente inspirada, dice, por quienes trabajan al servicio de los demás.
Señala asimismo el ejemplo de Jesucristo, que demostró al mundo cómo los “pequeños pasos dados en fe y esperanza” pueden ayudar a superar las “diferencias y divisiones” para traer comprensión y armonía. “Muchos de nosotros tratamos de seguir sus pasos. El camino, por supuesto, no siempre es llano, y a veces este año nos puede haber parecido lleno de baches, pero los pequeños pasos pueden traer grandes cambios”, declaró.
La propia familia real ha tenido un año bastante accidentado, en el que el esposo de la Reina, el príncipe Felipe, causó un accidente de coche y el príncipe Andrés, el segundo hijo varón de ambos, se ha visto obligado a apartarse de la vida pública por su relación con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales.
Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, que actualmente pasan las fiestas en Canadá, han lamentado en los últimos meses el acoso de los medios de comunicación, y se dice que la relación entre el príncipe y su hermano, Guillermo -segundo en la línea de sucesión-, se ha deteriorado.
A excepción de los Sussex, la familia real celebra la Navidad en la finca familiar en Sandringham (este inglés), donde hoy acudieron juntos a un servicio religioso -menos Felipe, de 98 años, que salió ayer del hospital tras ser ingresado por una afección no de urgencia-.