El fin de semana Joe Biden, se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, por última vez como presidente de Estados Unidos, con el objetivo, según sus Gobiernos, de reducir las tensiones antes de la investidura de Donald Trump, que se plantea como un desafiante periodo por diferencias sobre delitos cibernéticos, comercio, Taiwán y Rusia.
Mirá tambiénLas industrias Pyme en el nivel más alto de los últimos 11 mesesBiden y Xi se reunieron en un hotel donde el líder chino se hospedó al margen del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Lima, Perú. Allí, se estrecharon la mano antes de tomar asiento y pronunciar breves palabras de apertura.
"El objetivo de China de una relación estable, sana y sostenible entre China y Estados Unidos sigue siendo el mismo", afirmó el presidente chino sobre al referirse a las elecciones en EE. UU. y reconocer los "altibajos" entre los dos países.
"China está dispuesta a trabajar con la nueva administración estadounidense para mantener la comunicación, ampliar la cooperación y gestionar las diferencias", agregó Xi.
Biden le respondió que, aunque no siempre han estado de acuerdo, sus discusiones han sido "francas".
Hackeo, Taiwán y Rusia, las principales diferencias
Washington está indignado por un reciente hackeo vinculado con China a las comunicaciones telefónicas de funcionarios del Gobierno estadounidense y de la campaña presidencial y le preocupa la creciente presión de Beijing sobre Taiwán y el apoyo chino a Rusia.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, planea hacer escala en el estado estadounidense de Hawái y tal vez en Guam en una visita que, seguramente, molestará a China.
Biden se reunió con el representante de Taiwán en la cumbre, el exministro de Economía Lin Hsin-i, quien el viernes lo invitó a visitar ese territorio.
China considera a Taiwán una provincia rebelde. Estados Unidos es el principal patrocinador internacional y proveedor de armas de Taiwán, a pesar de la falta de reconocimiento diplomático formal.
Biden también quiere la ayuda de China frente a Corea del Norte, cuyos lazos cada vez más profundos con Rusia y el despliegue de tropas allí han preocupado a Washington.
Mirá tambiénTensión internacional por la autorización de Biden a Ucrania para atacar territorio rusoAl mismo tiempo, la economía de Beijing se está viendo muy afectada por las medidas de Biden en materia de comercio, incluido un plan para restringir la inversión estadounidense en inteligencia artificial, computación cuántica y semiconductores chinos y restricciones a la exportación de chips informáticos de alta gama.
China niega sistemáticamente las acusaciones de piratería informática de Estados Unidos, considera a Taiwán como un asunto interno y ha protestado por las declaraciones estadounidenses sobre el comercio chino-ruso. Un portavoz de la embajada china en Washington se negó a hacer comentarios.
Los anuncios de Trump
Trump ha prometido adoptar aranceles generales del 60% a las importaciones estadounidenses de productos chinos, como parte de un paquete de medidas comerciales bajo el lema "Estados Unidos primero". Beijing se opone a esas medidas.
El presidente electo republicano tiene en su próximo gabinete varias voces de línea dura contra China, incluido el senador estadounidense Marco Rubio como secretario de Estado y el representante Mike Waltz como asesor de Seguridad Nacional.
Mirá tambiénGabriel Ben-Tasgal: "Trump va a crear más paz que guerra"El miércoles, el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, describió la transición como "un momento en el que los competidores y adversarios pueden ver una posible oportunidad".
Biden está enfatizando con Xi la "necesidad de mantener la estabilidad, la claridad y la previsibilidad a través de esta transición entre Estados Unidos y China".
Shen Dingli, experto en relaciones internacionales, cree que China quiere que la reunión sirva para aliviar las tensiones durante el período de transición.
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