Crecen las tensiones entre Rusia y Occidente, en medio de la guerra en Ucrania.
Londres respondió que se trata de señalamientos “sin fundamento”. En la jornada, el Kremlin remarcó que un eventual uso de armas occidentales de largo alcance contra Rusia significaría una guerra con la OTAN. Su advertencia se produjo antes de que el presidente de EE. UU., Joe Biden, y el primer ministro británico, Keir Starmer, discutan si deben permitir que el Ejército ucraniano emplee esas armas en territorio ruso.
Crecen las tensiones entre Rusia y Occidente, en medio de la guerra en Ucrania.
En un comunicado emitido este viernes 13 de septiembre, el Servicio Federal de Seguridad ruso señaló que decidió retirar las acreditaciones a seis diplomáticos británicos, a los que acusó de “espionaje” y “sabotaje”.
Además, la televisión estatal, que citó a un funcionario de ese órgano gubernamental, reportó que serían expulsados del país.
Según la principal agencia sucesora del KGB soviético, tiene en su poder documentos que demuestran que un departamento del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, responsable de Europa del Este y Asia Central, se encontraba coordinando lo que llamó “la escalada de la situación política y militar”, por lo que tenía como misión asegurar la derrota estratégica de Rusia en la invasión que lanzó contra Ucrania hace más de dos años.
"Los hechos revelados dan motivos para considerar las actividades de los diplomáticos británicos enviados a Moscú por la dirección como una amenaza para la seguridad de la Federación Rusa (...) Sobre la base de los documentos facilitados por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia y como respuesta a las numerosas medidas hostiles adoptadas por Londres, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, en cooperación con las agencias interesadas, ha cancelado la acreditación de seis miembros del departamento político de la embajada británica en Moscú en cuyas acciones se encontraron indicios de espionaje y sabotaje”, subrayó la agencia de seguridad del Kremlin.
Poco después, el Gobierno británico rechazó categóricamente los señalamientos y afirmó que la revocación de las credenciales de sus diplomáticos se dio en respuesta a medidas tomadas por Londres contra acciones de Rusia en Europa, las cuales no especificó.
"Las acusaciones hechas hoy por el FSB contra nuestro personal son completamente infundadas (...) Las autoridades rusas revocaron la acreditación diplomática de seis diplomáticos británicos en Rusia el mes pasado, después de las medidas adoptadas por el Gobierno británico en respuesta a la actividad dirigida por el Estado ruso en toda Europa y en el Reino Unido. No nos disculpamos por proteger nuestros intereses nacionales", sostuvo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico en un comunicado.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, remarcó este viernes que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya envió un “mensaje claro”, luego de que el jueves el mandatario asegurara que los países occidentales que permitan el uso de sus misiles de largo alcance por parte del Ejército ucraniano contra el territorio ruso serían arrastrados directamente a la guerra.
Además Putin advirtió que los datos de orientación por satélite y la programación de las trayectorias de vuelo muestran que esos proyectiles tendrían que ser proporcionados por personal militar de la OTAN, ya que Kiev no cuenta con la capacidad para ello.
"Si se toma esta decisión, significará nada menos que la participación directa de los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos en la guerra en Ucrania", afirmó Putin, escenario ante el que tomaría "decisiones apropiadas".
Para Peskov, la declaración hecha por el mandatario ruso es “extremadamente clara, inequívoca y no permite dobles lecturas”.
El Kremlin ratifica sus amenazas en medio de la expectativa por el encuentro que sostendrán este viernes, en Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Keir Starmer, justamente para discutir si autorizan a Kiev el uso de sus armas de largo alcance en Rusia.
El mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, lleva meses pidiendo a sus aliados que permitan a Ucrania disparar misiles occidentales, incluidos los ATACMS estadounidenses de largo alcance y los Storm Shadows británicos, hacia el interior del territorio ruso. El objetivo, asegura Kiev, es limitar la capacidad de Moscú de lanzar ataques contra el país invadido desde hace más de dos años.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseveró este viernes que los contraataques de las tropas del Kremlin en la región rusa de Kursk no han tenido "logros serios".
El mandatario remarcó que Moscú no ha alcanzado avances rápidos en la provincia, controlada parcialmente por el Ejército de Kiev tras lanzar una sorpresiva incursión en ese territorio ruso el pasado 6 de agosto.
La semana pasada, Zelenski ratificó que sus soldados controlan alrededor de 100 asentamientos en Kursk, en 1.300 kilómetros cuadrados de territorio.