La jueza alternó grandes hitos de su carrera profesional con amargos momentos de su vida privada, debidos a su prolongada lucha contra el cáncer. Sin embargo, todos son asombrosos e incluso es un ícono pop en Estados Unidos.
La jueza alternó grandes hitos de su carrera profesional con amargos momentos de su vida privada, debidos a su prolongada lucha contra el cáncer. Sin embargo, todos son asombrosos e incluso es un ícono pop en Estados Unidos.
Nació el 15 de marzo de 1933 como Joan Ruth Bader y conoció a su esposo, Martin, mientras asistía a la Universidad de Cornell, y ambos estudiaron leyes. Se comprometieron en diciembre de 1953. Luego, fue la primera mujer contratada como titular en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia. También dio clases en la Universidad de Rutgers.
El presidente Bill Clinton designó a Ginsuburg para la Suprema Corte, en junio de 1993, y prestó juramento en la Corte Suprema ante el secretario de Justicia William Rehnquist en agosto del mismo año. Fue la segunda mujer en estar en el máximo tribunal de Justicia.
Un día, Ginsubur llegó sorpresivamente a una sesión del Congreso en la que hablaba el presidente Barack Obama en 2009. Ese mes había sido sometida a una cirugía y tratamiento por un estadio temprano de cáncer de páncreas. Una década antes había recibido una cirugía exitosa por cáncer de colon.
En otra oportunidad, mientras esperaba para recibir un grado honorífico de la Universidad de Harvard, Ginsburg fue sorprendida por una serenata de Placido Domingo en 2011.
Hizo su primera aparición pública luego de que se anunciara en agosto de 2019 que había recibido tratamiento por cáncer de páncreas. Fue durante la aceptación de un grado honorífico en la Universidad en Buffalo.
En febrero de 2020, participó en una discusión sobre la 19ª Enmienda -que garantiza el voto de las mujeres en EE.UU- en la Universidad de Georgetown.