Martes 8.5.2018
/Última actualización 21:56
Los principales aliados europeos de Estados Unidos manifestaron este martes su "pesar y preocupación" por la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de abandonar el acuerdo nuclear con Irán, mientras que los adversarios regionales de Teherán celebraron la medida.
"Nuestros gobiernos siguen comprometidos en asegurar el mantenimiento del acuerdo y trabajarán con el resto de firmantes del pacto para garantizar su vigencia, incluso asegurando los actuales beneficios económicos para el pueblo iraní vinculados al acuerdo", señalaron en comunicado conjunto la premier británica, Theresa May; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, Emmanuel Macron.
El acuerdo nuclear con Irán es un pacto histórico firmado en julio de 2015 entre Teherán y los gobiernos de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China para limitar el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
"Instamos a Estados Unidos a garantizar que las estructuras del JCPOA (nombre técnico que se le aplica al acuerdo) puedan permanecer intactas, y a evitar tomar medidas que obstruyan su implementación total por parte de todas las demás partes del acuerdo", agregaron.
Rusia, por su parte, "está decepcionada" por la decisión estadounidense y, a su vez, teme un aumento de la tensión en la región, según indicó el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitri Polyanskiy, citado por la agencia de noticias EFE.
"Todas las opciones están sobre la mesa", afirmó el diplomático, preguntado por la opción de reunir al Consejo de Seguridad de la ONU.
También el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se declaró "muy preocupado" y reiteró que el acuerdo nuclear es un "gran logro" de la diplomacia y las políticas de no proliferación, según expresó su vocero, Stéphane Dujarric.
Asimismo, Guterres instó al resto de países firmantes a seguir cumpliendo con el pacto, pese a la retirada de Estados Unidos, un pedido reiterado por la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, quien aseguró que los firmantes europeos están determinados a cumplir el acuerdo, que, enfatizó, "pertenece a toda la comunidad internacional".
En ese sentido, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo a través de Twitter que las "políticas de Trump sobre el Acuerdo con Irán y el comercio enfrentarán un enfoque europeo unificado".
Los líderes europeos van a encarar "ambos asuntos en la cumbre de Sofía la semana que viene", precisó.
Esta preocupación manifestada por las grandes potencias contrasta con la reacción que tuvieron Israel y Arabia Saudita, principales adversarios de Teherán en Medio Oriente.
En un mensaje televisado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu aseguró que Trump "tomó una decisión valiente" y agradeció en nombre de todos los israelíes las medidas de la Casa Blanca "para frenar la actitud agresiva de Irán".
"Trump tomó la decisión correcta al rechazar el desastroso pacto, todos esos millones de dólares con los que en pocos años hubiera podido construir un arsenal nuclear. El pacto solo allana el camino para que Irán desarrolle un arsenal de bombas nucleares en unos años. Quitar las sanciones no ha reducido la agresión iraní y ya ha producido resultados desastrosos", afirmó.
Según el jefe del gobierno israelí, desde la firma del acuerdo en 2015, Irán ha aumentado "drásticamente" su agresividad en la región, entre otros en la Franja de Gaza, Yemen y Siria, "donde instala bases para atacar a Israel", reportó la agencia DPA.
"Mantener en vigor el pacto es una receta para el desastre. Un desastre para la región. Un desastre para la paz en el mundo", concluyó.
Arabia Saudita, por su parte, aseguró este martes su apoyo a la decisión estadounidense y dio la bienvenida a la estrategia anunciada por Trump, informó la agencia de noticias estatal saudita SPA.
El reino saudita manifestó también su deseo de que la comunidad internacional tome "una postura decisiva y unida respecto a Irán y sus actos agresivos que sacuden la estabilidad de la zona" de Medio Oriente.
Riad es el principal rival árabe de Teherán, al que acusa de interferir en los asuntos de los países vecinos, sobre todo, en la zona del golfo Pérsico, apoyando a movimientos armados chiítas o minorías de esa confesión religiosa.
Tanto Israel como Arabia Saudita se opusieron desde el primer momento al pacto nuclear con Irán, lo que llevó al deterioro de sus relaciones con Washington hasta la llegada a la Casa Blanca de Trump.
Mientras, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) -encargado de verificar el acuerdo nuclear con Irán- decidió no reaccionar de momento al anuncio del mandatario estadounidense.