El Litoral
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DPA
Joaquín "El Chapo" Guzmán se someterá la semana que viene a una evaluación neuropsicológica después de que el juez federal de Nueva York que lleva su caso aceptara hoy la petición del abogado del narco mexicano, que asegura que su salud mental se ha deteriorado mucho por las duras condiciones de su encarcelamiento y que, entre otras cosas, sufre alucinaciones.
El juez Brian Cogan, del Distrito Este de Nueva York, fijó no obstante que, por motivos de seguridad, esa evaluación se realizará sin contacto directo entre el ex jefe del cártel de Sinaloa y la experta propuesta por su defensa.
"El Chapo" compareció ante el magistrado en la cuarta vista oral preparatoria de su juicio, cuyo inicio está fijado para el próximo 16 de abril. Procesado por 17 cargos, sobre él se cierne como espada de Damocles la cadena perpetua. El Gobierno estadounidense lo acusa de la muerte de miles de personas y de introducir miles de toneladas de droga en el país.
Sentadas en las filas del público lo esperaban de nuevo su mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel, y las gemelas de seis años que tienen juntos. Las niñas lo pudieron visitar la víspera en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York. No así su esposa, que no cuenta con el permiso del Departamento de Justicia.
Desde su extradición la noche del 19 de enero desde México, de donde se había escapado de la cárcel en dos ocasiones, el narco se encuentra en régimen de aislamiento en el ala más vigilada de ese penal de máxima seguridad que ha albergado a miembros de Al Qaeda.
Ocupa una celda pequeña, en la que según su abogado pasa frío y donde la luz no se apaga nunca. No le dan jabón para lavarse, no tiene sábanas limpias y no le permiten comprar botellas de agua en el supermercado de la cárcel. Solo sale de la celda una hora al día y cuando recibe la visita de su abogado.
Eduardo Balarezo, el nuevo defensor de "El Chapo", espera tener el resultado de la evaluación mental en los diez días siguientes a que sea realizada. Su temor, dijo a la prensa tras la vista oral, es que las condiciones en las que está su cliente estén afectando a su capacidad de recordar información que necesita para defenderlo.
"No estoy presuponiendo que no es competente (para ser juzgado)", dijo. Pero lo cierto es que si la evaluación apunta que su capacidad mental está mermada, comenzaría un proceso.
"La fiscalía tendría que hacerlo evaluar también y tendríamos audiencias para que el juez determine si él está competente o no para ir a juicio", admitió el letrado.
La experta propuesta, Cynthia A. Munro, de la facultad de medicina de la universidad John Hopkins, ya se mostró dispuesta la semana pasada a realizar una evaluación sin contacto si por motivos de seguridad se denegaba esa opción. Pero de momento ni ella ni Balarezo han explicado cómo se realizarán las pruebas.
Aunque lleva visitando a "El Chapo" desde febrero como consejero legal, el letrado, con despacho en Washington DC y experiencia previa en defensa de narcotraficantes, entró oficialmente en el caso en septiembre, relevando a los dos de oficio que tuvo desde enero, Michelle Gelernt y Michael Schneier. Ambos estaban hoy sentados en la corte junto a la esposa y las hijas de "El Chapo".
Guzmán confirmó ante el juez Cogan que quiere que Balarezo siga siendo su abogado pese al posible conflicto de intereses que podría surgir durante el juicio. El letrado defendió previamente a un narcotraficante vinculado a "El Chapo" y si la fiscalía lo llamara a declarar durante el proceso no podría interrogarlo él.
Balarezo ha recibido ya 90.000 páginas de documentos pero aún está a la espera de recibir de la fiscalía pruebas que considera importantes para la defensa de su cliente, entre otras relativos a testigos protegidos y Gobiernos como el de México y Colombia.
De ello se quejó hoy insistentemente ante el juez, pidiendo recibir cuanto antes esos documentos. "Estoy seguro de que cuando entró en este caso sabía que el juicio iba a ser un desafío", le dijo el magistrado Cogan.